Un festejo rodado. Así valora el Ayuntamiento de Pravia y la Cofradía del Xiringüelu la última edición de la fiesta praviana en la que se dieron cita en el prao de Salcedo alrededor de 25.000 personas, según los cálculos de la organización. Además, el plan especial de seguridad dio resultados y no se produjeron situaciones críticas ni accidentes graves en ningún momento de la jornada. "Desde que está la Cofradía la fiesta sale mucho mejor, el tema de dividir las zonas dio más amplitud a las calles de las casetas y la gente disfrutó mucho más", afirma el Alcalde de Pravia, David Álvarez.

Además, en el hospitalillo desplegado en el puesto de mando avanzado atendieron a 350 personas por golpes de calor y pequeños cortes. Sólo hizo falta derivar a seis pacientes al Hospital San Agustín de Avilés y otro al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) por un corte de un tendón que requería cirugía especializada. Tampoco falló la seguridad desplegada en el Salcedo, que tan sólo tuvo que intervenir en cuestiones organizativas.

El presidente de la Cofradía del Xiringüelu, Adolfo Marcos, también valoró muy positivamente la edición. Asimismo anuncia que revisarán el plan especial de seguridad para mejorarlo y atender otras demandas que crecen con la fiesta. En ese sentido, la Cofradía reorganizará el próximo año la división del prao, sobre todo en lo relativo a las casetas, que se verán aumentadas. "No podemos tampoco desbordarlo porque el espacio es el que hay pero en la medida de lo posible trataremos de ampliarlo para que ninguna peña se quede fuera", señala. Marcos estaba satisfecho con el resultado de la fiesta y más aún tras recibir la enhorabuena de los pravianos durante la jornada de ayer. "Hay gente que está volviendo a bajar al Xiringüelu después de muchos años y con eso ya valió la pena organizarlo", concluye.