Alumnos de Madrid, Cantabria, Somiedo, Oviedo y Villaviciosa tuvieron el privilegio de asistir ayer al taller de gaita asturiana que impartió José Manuel Tejedor, uno de los grandes de la música folk internacional. Fue una de las actividades del Festival Internacional de la Gaita que se celebra en Villaviciosa hasta mañana. El madrileño Sergio Gozalo lo tiene claro: "Como gaitero es excepcional. Es el número uno. En la actualidad es lo mejor del folk". No dudó en volver a hacer la maleta para regresar a Asturias, a Villaviciosa, para dejarse enseñar por Tejedor, al que conoce "desde hace años". A este madrileño le vincula al Principado "los amigos de la Casa de Asturias de Alcobendas y la gaita".

Los mismos motivos movieron a José María García y a José Tascón, miembros de "Sullares de Gaitas", junto a otros dos compañeros, a viajar desde Cantabria. "Tenía ganas de ir a un curso con él porque es el maestro. Le seguimos", explicaron. Desde la comunidad vecina también llegó Alberto Figueras, alumno de Sergio Sordo, que a su vez lo fue de Tejedor. "Quería probar con él", argumentó, al igual que el joven maliayés Pablo Domínguez, de doce años, y sus amigos.

Tras una breve introducción sobre la evolución del instrumento, Tejedor preguntó a sus alumnos si les habían enseñado a coger la gaita, pero aunque sea algo tan obvio, no siempre es así. "Primero es coger bien la gaita y luego tocar", explicó quien también es profesor en la escuela de música de Piedras Blancas (Castrillón). Lo ideal para ser un buen gaitero es aglutinar "unas cualidades innatas, trabajo y un punto de ambición". La misma que tuvieron él y sus hermanos Javier y Eva, al formar el grupo y crear su propia música. Esta noche tocan en Villaviciosa "Hacemos hincapié en salir fuera y romper barreras", apuntó. Han sabido adaptar la música tradicional a los nuevos tiempos a través de sus composiciones. Aunque para Tejedor que cualquier edad vale para aprender a tocar, lo mejor es iniciarse de joven, como él, con 9 años. Su mejor juguete era la gaita.