La cosecha de escanda este año en Asturias viene crecida. Las condiciones meteorológicas de la primavera y el verano propiciaron el aumento de producción respecto a 2015, lo que supondrán un crecimiento entorno al 40%, que sumará alrededor de cinco toneladas más de cereal. Y todo está vendido. "Si hubiera más, más se vendería", señala José Vega, productor de Grado y tesorero de la asociación asturiana de productores de escanda (Asapes).

El buen crecimiento del cereal asturiano es posible gracias a las lluvias primaverales de finales de abril y principios de mayo pasado que fortalecieron las espigas. También el clima seco del período estival ayudó a conseguir una buena cosecha. Asimismo, en el caso de Vega, el aumento de producción se debe al sistema de rotaciones que emplea en sus fincas. "En principio, estas rotaciones hacen que la tierra mejore muchísimo y, por lo tanto, los cultivos", explica.

Hicieron un ciclo de beza, una legumbre que aporta mucho nitrógeno al suelo, que combinaron con una plantación de nabos, que ejercen de abono. Todo dará un resultado de 10.000 kilos de erga (grano con la cáscara) en su producción. La recogida ha finalizado y los productores se afanan estos días en los trabajos de pisado y mayado para obtener la harina de escanda que permite llevar el cereal asturiano al horno y los fogones. De hecho, cada vez es más habitual que los comercios y locales hosteleros ofrezcan pan de escanda y sus productos elaborados. El auge del cereal crece parejo a su calidad.