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Los gaiteros dorados de Siero

Fernando Vázquez Cárcaba y Jaime Álvarez, presente y futuro del instrumento, coleccionan premios por toda Asturias, los últimos en el festival de Villaviciosa

Jaime Álvarez, en la plaza Mayor de La Fresneda. MANUEL NOVAL MORO

A uno le viene de familia y a otro la afición le surgió por azar y gracias, en parte, a LA NUEVA ESPAÑA, donde vio un anuncio en el que daban clases de gaita. De una forma u otra, las cosas les han ido bien a estos dos jóvenes, convertidos en los gaiteros dorados de Siero, pues acumulan entre ambos unos cuantos premios. Los últimos, en el VI Concursu de Gaiteros Solistes "Memorial José Huerta", que cerró el Festival Internacional de la Gaita (FIG) celebrado en Villaviciosa el pasado domingo. El premio absoluto fue para Fernando Vázquez Cárcaba, de Lieres, y el premio de la categoría infantil para Jaime Álvarez, de La Fresneda.

El triunfo de Fernando Vázquez Cárcaba no fue ninguna sorpresa en el mundo de la gaita. Porque este joven sierense, de 22 años y con catorce de experiencia con el instrumento, ha cosechado ya otros premios de relieve.

Sólo este verano, Vázquez Cárcaba ha ganado, además del concurso de Villaviciosa, el de La Nueva y el Llibardón de Colunga (en la que era su tercera victoria consecutiva), y se clasificó tercero en el concurso "Ciudad de Oviedo". Este último éxito, además, le garantizó una plaza en la delegación asturiana que participó en el festival de Lorient, donde el sierense también cosechó un tercer puesto en el concurso de gaita.

Mas esta trayectoria en el mundo de la gaita, todos esos éxitos y los que, a buen seguro, están por llegar, podrían no haber existido de no mediar una circunstancia fortuita, un regalo del azar, ya que el joven no procede de una familia vinculada al mundo de la gaita: "Cuando tenía ocho años, mi madre leyó una noticia en LA NUEVA ESPAÑA sobre unos cursos de gaita que se iban a impartir en varios pueblos de Siero. Uno de los lugares elegidos era Lieres y me animó a apuntarme", relata.

Al joven la gaita le ganó desde el primer momento. Pero, además, su profesor, Eugenio Otero, percibió su talento y tuteló su formación, animándole a mejorar e incorporándole a la banda de gaitas "Conceyu de Siero".

Aquella joven promesa de Lieres es hoy toda una realidad y Otero, que sigue tocando con su discípulo, le ha dado galones: desde este año, Fernando Vázquez Cárcaba es el director.

Pero su talento natural, por sí solo, no explica el éxito del joven sierense. "Si de verdad quieres dedicarte a la gaita y participar en concursos lo importante es trabajar, ensayar mucho y tener constancia. Ponerte una meta. Yo antes ensayaba la semana antes del concurso, pero ahora toco un mínimo de dos horas todos los días o en días alternos. Y eso es importante para los concursos y para el día a día, ya que el repertorio de un gaitero es muy extenso", explica Vázquez Cárcaba.

En paralelo, el joven sierense estudia Musicología en la Universidad de Oviedo, carrera en la que afronta su último curso, y en un futuro aspira a complementar su faceta como músico profesional con la labor docente. Además, en la búsqueda de cierta versatilidad y para profundizar en sus estudios como musicólogo, Vázquez Cárcaba también proyecta mejorar el dominio de algún otro instrumento.

Al igual que pasa con Vázquez Cárcaba, la victoria de Jaime Álvarez no es nueva. De hecho, este es el cuarto año consecutivo que gana el concurso de Villaviciosa. También ha ganado el de Llibardón, en Colunga, por cuarto año seguido. Al último de Villaviciosa llegó justo con quince años para subirse a lo más alto. Porque ya no los tiene. Ayer cumplía dieciséis, una edad a partir de la que empezará a competir con los adultos.

Lo suyo viene de familia. Es sobrino nieto de un gaitero histórico, Pedro Niembro, "El Ciegu de Pandiellu", y además, ha tenido en su hermano mayor, Álvaro -cinco años mayor que él y con un dilatado palmarés, en el que se encuentra haber ganado dos años consecutivos en Lorient-, un faro hacia el que mirar.

"Mi hermano ensayaba todo los días en casa; entonces, lo escuchas, te acostumbras al sonido, te gusta y un día te entra el gusanillo de la gaita", explica.

Así fue. A los diez años cogió su primera gaita y desde entonces no hay día del año que la suelte. "Por suerte se dio bien", dice contento. Porque es una afición que lo tiene enganchado. Y los concursos son para él un gran aliciente. "Los concursos me encantan; son una forma de estar ensayando y tocando canciones, te obligan a ser responsable y a fijarte un esquema; además, conoces mucha gente, haces amistades y hasta consigues viajes para ir a Francia", dice.

Esto último se refiere al cuarto puesto que consiguió el año pasado en el concurso Ciudad de Oviedo, donde competía con gaiteros de todas las edades, y que le valió el pasaje para el concurso del festival intercéltico de Lorient. Allí, en su primera participación, consiguió también el cuarto puesto. "Me puse muy contento, porque competía contra gente que me doblaba la edad, esto te anima mucho a seguir trabajando", explica.

Asegura que en Lorient se sintió especialmente tranquilo por lo familiar que le resultaba el sitio. Había ido ya muchos años acompañando a su hermano mayor, conocía perfectamente tanto el lugar como las condiciones en que se tocaba, y esto constituyó para él cierta ventaja.

De éste y de los demás concursos se lleva, además, el reconocimiento del público, que siempre le satisface muchísimo. "Cuando bajas del escenario y la gente te felicita es estupendo", asegura.

Jaime Álvarez empieza este curso primero de bachillerato, unos estudios que piensa seguir combinando con la práctica de la gaita. Practica durante una hora todos los días del año, salvo casos excepcionales, porque es consciente de que los días que no lo haga sus dedos lo notarán y también el instrumento.

Tiene un maestro oficial, el gaitero Ricardo Soberado, y uno oficioso, que es su hermano mayor. "Cuando estoy ensayando, mi hermano me corrige alguna cosa", explica. Los dos ensayan en su casa de La Fresneda, procurando molestar lo menos a sus padres y a los vecinos, y por el momento no han tenido quejas.

A todo esto hay que sumar una creciente actividad de conciertos. Jaime Álvarez Forma parte de la Banda Gaites Xácara, y también participa con su hermano en una bandina del grupo Filandón. "Todo lo que tenga relación con la gaita a nosotros nos gusta mucho", concluye.

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