La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Incondicionales del Cristo de Candás

La imagen tiene muchos devotos fijos en su santuario, uno de los más visitados de Asturias "Unos vienen a pedir y otros a agradecer", dice el párroco

Isabel Fernández, en el templo, pasando ante la imagen del Cristo. I. G.

Marisa Rodríguez vive en Valladolid desde hace más de cuarenta años. Eso sí, cada día del verano que pasa en Candás no duda en visitar el santuario del Cristo crucificado ubicado en el templo de San Félix. "Vengo a Candás de vacaciones desde chiquilla y siempre vengo a ver al Cristo y la Santina, me casé en Covadonga y acudo a la novena y a la procesión del Cristo, tiene algo que te atrae, te llena y te emociona", expresa Rodríguez mientras acaricia un rosario y mira sin perder detalle cada uno de los rincones del retablo del santuario.

Isabel Fernández y su pareja Miguel Fernández son de León y pasan sus vacaciones en Candás. La hija de ambos les regaló un cuadro del Cristo de su última visita. "Cuando vimos el Cristo decidimos venir a verle y aquí estamos", expresa Isabel Fernández mientras baja cuidadosamente una de las dos escaleras de acceso al santuario.

La devoción por el Cristo de Candás no es una cuestión exclusiva de los candasinos. Se extiende a todos los asturianos y a personas de otras comunidades españolas, expresa el párroco José Manuel García. "Todos los años viene un matrimonio de Burgos que participa tanto en la novena como en la procesión", indica el cura candasín, que destaca además que la iglesia carece de un registro. Eso sí, García confirma que son "muchas" las personas que acuden durante todos los días del año y más aún en septiembre a ver al "milagroso", que fue encontrado por un grupo de pescadores en altamar. "En Covadonga no creo que tampoco tengan manera de contabilizar a los visitantes", añade. No obstante, son muchos en Candás los que aseguran que el santuario local es el segundo más visitado de Asturias después de Covadonga.

La fiesta del Cristo de Candás comienza el sábado aunque el día grande, el más religioso, es el 14 con procesión y misa incluidas.

"Muchas personas vienen a pedir y otras a agradecer ", señala José Manuel García, que detalla que el Cristo "da tranquilidad y sosiego". El santuario tiene dos escaleras de acceso, una de las dos cuenta con unos estrechos peldaños que, en ocasiones, es utilizada por los devotos para subir de rodillas.

Nacho Muñiz es un candasín de pro pese a llevar diecisiete años en Sevilla. Siempre que tiene oportunidad se escapa y vuelve a su villa natal para disfrutar de las fiestas del Cristo, de la novena y de la procesión: "Es el Cristo más milagroso, te concede todo si él cree que te lo mereces". Al tiempo, Flor Fernández, que trabaja como voluntaria en la tienda del templo, apostilla: "Si no da lo que le pides, no conviene". Fernández confirma el alto número de peregrinos. "Vienen personas de todas partes, no solo de Asturias. Suelen conocer la historia del Cristo porque es 'muy milagroso'", indica la voluntaria de la tienda del templo, que explica además los horarios de visita al templo: "La iglesia está abierta desde las ocho de la mañana hasta la una y luego, por la tarde, de las cuatro hasta las ocho y media". Eso sí, si hay misa "la gente suele esperar para ver al Cristo, por respeto", concluye.

Compartir el artículo

stats