Es la obra más esperada de la última década en Noreña, y se nota. Cada paso de la sustitución del campo de arena de Los Riegos por otro de hierba artificial es seguido con interés por los vecinos, y no es extraño ver a grupos de noreñenses observando los trabajos, ocupando el lugar de los espectadores que, en un futuro, verán el desempeño de los futbolistas del Condal en ese mismo campo. Mas ajenos a todo este interés, los operarios que ejecutan las obras avanzan con rapidez, y en la jornada de ayer ya habían retirado totalmente la arena del campo y se trabajaba en la base del nuevo terreno.

El concejal de Obras, Pelayo Suárez, confirma que los trabajos avanzan en los plazos previstos, y que de momento no se ha producido ningún tipo de contratiempo. El consistorio, no obstante, tiene otras obras en marcha de las que preocuparse. En paralelo a los trabajos del campo, se están ejecutando unas obras de reparación en el depósito del agua, financiadas por el gobierno autonómico. Los trabajos están presupuestados en 25.000 euros.

Además, en la jornada de ayer se concretó un importante cambio viario en la localidad: la instalación de una rotonda en la confluencia de la calle Fermín Cristóbal con La Portilla. Una zona de mucho tránsito, ya que es uno de los principales accesos a la localidad.

La rotonda se ha pintado en el suelo, tal y como se hizo en el pasado en un cruce del Truébano, aunque Pelayo Suárez precisa que es una solución transitoria: "Queremos dar a los usuarios de la vía un tiempo para que se habitúen a ella, y en un futuro ya se instalará una rotonda en condiciones", explica el edil. El consistorio confía en que esta medida facilite el tránsito de vehículos y potencie la seguridad, propiciando además una reducción de la velocidad en la zona.