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Nava, paraíso de la berrea

"Peñamayor es un atractivo siempre", aseguran los cazadores que guían a los visitantes al cortejo de los ciervos, que durará todavía unos días

Nava, paraíso de la berrea

Los venados están en plena fase de cortejo. Sus bramidos nocturnos son un auténtico espectáculo de la naturaleza, que se puede disfrutar desde la misma sierra de Peñamayor, en el centro de Asturias y a un paso de Nava. El presidente de la Agrupación de Cazadores de Nava (Agrudeca), Juan Corte, destaca que hasta mediados de mes se seguirá escuchando la berrea del venado, un gran atractivo turístico, tanto que la Comarca de la Sidra organiza cada año visitas guiadas con gran éxito de asistencia. Corte da algunos consejos para disfrutar de una buena jornada en el monte, envueltos por la magia y el encanto del otoño.

Las zonas donde mejor se dejan ver y escuchar en Peñamayor son La Llama, La Campera de Anés y el Picu Maza. Las horas del día más oportunas son al amanecer o al atardecer, porque son animales de actividad nocturna. Si se prefiere madrugar, lo idóneo es estar ya en Peñamayor entre las 6,30 y 7 horas, porque así se podrá oír la berrea, y cuando salga la luz del día también ver algún ejemplar. Pero si se opta por dejar el plan para última hora de la tarde, hay que llegar sobre las 19 horas, cuando aún se podrá ver algún venado, y permanecer hasta las 21 o 22 horas para escuchar sus bramidos, que retumban en toda la sierra.

Juan Corte recomienda prepararse mínimamente para disfrutar de esta gran experiencia del otoño en plena naturaleza. Es recomendable equiparse con unos prismáticos para la observación de la fauna cinegética, pues con suerte también se puede divisar, por ejemplo, algún jabalí o corzo. Es importante llevar ropa de abrigo "porque ya está frío", destaca este experimentado cazador naveto, que conoce y ha recorrido Peñamayor palmo a palmo. También es necesario un calzado adecuado. Lo ideal son unas botas de monte y las deportivas son menos recomendables porque tienen menor agarre al suelo. Algo de comida y bebida tampoco deben de faltar, pues los cazadores lo saben bien: "el monte da hambre".

Una vez listos y bien equipados, sólo cabe tener algo de paciencia para empezar a escuchar la berrea y poder ver algún venado. La espera merecerá la pena y la naturaleza acabarán recompensando con alguno de sus regalos. Además, siempre está la opción de encontrarse con "Bambi", un venado que merodea por el bar de Les Praeres y que se ha convertido en casi un miembro más de la familia. "Peñamayor es un atractivo siempre", destaca Juan Corte, que recomienda disfrutar del entorno en uno de los momentos del año con mayor interés.

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