La estación de medición de la calidad del aire de Lugones registró en los últimos días niveles de contaminación superiores a los límites que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) como valores de alerta. Unos datos aportados por el propio Principado y que se suman a la alerta disparada en Avilés, donde se ha obligado a las empresas a reducir las emisiones y se ha procedido a baldear las calles. De todas formas, los ecologistas consideran engañosas las cifras, pues creen que están rebajadas por el hecho de que la estación esté en un lugar apartado y que no se aporten datos de medidores privados.

Concretamente, Lugones registró en los últimos días una media de 27 microgramos por metro cúbico de partículas pequeñas (PM2,5) y 52 microgramos por metro cúbico de partículas grandes (PM10), siendo los niveles de alerta marcados por la OMS de 20 y 50 microgramos por metro cúbico, respectivamente.

Por ello, la Coordinadora Ecoloxista d´Asturies reprocha tanto al Ayuntamiento de Siero como al Principado de Asturias que no informen a los vecinos de los riesgos que estos niveles pueden suponer para su salud, especialmente para sectores de la población más sensibles o con enfermedades concretas. Si bien reconocen que los datos recabados se encuentran por debajo de los límites legales de contaminación, que en algunos casos duplican los niveles de alerta marcados por la OMS, lamentan que "no exista todavía un plan de mejora de la calidad del aire" y que el Consistorio sierense "siga autorizando instalaciones contaminantes y peligrosas como los crematorios de la Pola". Además, sostienen que la consejería de Fomento "niega la gravedad del problema".

Estas acusaciones llegan justo en una semana en la que el propio alcalde de Siero, el socialista Ángel García, ha mostrado la voluntad del gobierno de incluir una partida en el próximo presupuesto para contratar asistencia técnica que permita reducir la contaminación.