No todos los notan, pero todos están afectados. Ese es el sentir general de los vecinos de Lugones respecto de unos niveles de contaminación que ayer superaron los límites de alerta establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por tercer día consecutivo. Esperan que la lluvia anunciada a partir de hoy alivie una situación que ya empieza a hacer mella en algunas viviendas y en personas con enfermedades del sistema respiratorio.
La mayoría se resigna al "ojos que no ven, corazón que no siente", pero reconocen que los datos aportados por la estación de medición de la calidad del aire ubicada a escasos metros del IES Astures deben de ser tenidos en cuenta. "Si ya marca que está alta pese a encontrarse lejos de las peores zonas, es que la cosa no está muy bien", explica el vecino Honorino López, quien, no obstante, reconoce no notar la diferencia respecto de los días anteriores en los que no se superaron los límites. "No lo notamos, pero seguro que es malo para la salud", indica un hombre que considera que la situación a este respecto "debía ser peor hace años cuando había más fábricas". A su juicio, "el aumento del tráfico, las autovías y las calefacciones pueden ser la raíz del problema".
Otra que tampoco aprecia cambios es la joven Alba López, si bien considera que la contaminación es un problema que existe y que afecta a la gente. "Hay gente a la que le cuesta respirar más e incluso conozco casos de pérdidas de bebés en los que los médicos apuntaban a la contaminación como un posible factor a tener en cuenta", explica esta estudiante de 18 años que también considera que la estación de medición debería estar en otra ubicación. "Alegan que lo que buscan aquí es una media, pero la verdad es que lo interesante sería saber qué niveles tenemos en los principales cruces de carreteras de Lugones", declara.
Quién sí reconoce verse afectado estos días es Felipe Rivero, un vecino que lleva 46 viviendo en la localidad sierense y que en las últimas 72 horas dice estar pasándolo peor. "Soy asmático y últimamente los ventolines me están valiendo de poco", comenta. Es algo que le pasa siempre que aumenta la contaminación, dice, y para lo que cree que podría haber una solución rápida. "En el momento que empiece a llover, la cosa mejorará", vaticina, al tiempo que invita a que esto no lleve a tener que depender siempre de la meteorología. "Deben tomar medidas para tratar de paliar este problema", añade.
Por otra parte, hay quien asegura que las consecuencias de la polución pueden verse en otros aspectos de los quehaceres diarios. "Pasas el polvo y al abrir las ventanas ves que vuelve a estar todo lleno de un polvo más sucio", dice Eva Mancheño, que cree que la polución la notan más "las personas que vienen de fuera". Begoña Rodríguez opina que hay otros factores que delatan su efecto. "Hay veces que hay muy malos olores, pero los achacan a la depuradora", explica.
