"No todo es fútbol y la gente debe saber lo que hacemos por este deporte". Con esa consigna organizó ayer el Club Natación Lugones una jornada de promoción en la que participaron alrededor de medio centenar de niños de entre 7 y 17 años, que a lo largo de la mañana recibieron consejos y completaron series en la piscina climatizada municipal para reivindicar su intensa y desconocida actividad.

Si bien la entidad fue fundada ya hace once años, los directivos del club se quejan de que la mayor parte de los lugonenses no saben de sus sacrificios y sus logros. "Es habitual que vayamos a pedir patrocinios y nos digan que no sabían ni que existíamos", declara el presidente del club, Jaime Pascual, que cree que muchos jóvenes no practican este sano deporte por no ser conscientes de la existencia del colectivo.

Una situación que se quiere revertir con iniciativas como la de ayer en la que los promotores recibieron un importante apoyo de colegas llegados de otros puntos de Asturias. Así, por la piscina de Lugones pasaron ayer técnicos del Club Natación Santa Olaya de Gijón, el club La Frontera de Castrillón o el Triatlón Lugones, así como los miembros de la sección máster del club, es decir, los veteranos nadadores locales.

La idea es que la piscina y el CN Lugones sirvan de lanzadera para jóvenes nadadores que bien opten por desarrollar una carrera deportivo o simplemente quieran practicar un deporte muy positivo para el desarrollo. "De aquí ya han salido varios nadadores que van para el campeonato de España y otros que ficharon por los principales clubes de la región", explica Beatriz García, fundadora del club y colaboradora habitual de la directiva actual en todas las iniciativas.

Sin embargo, la tarea no es sencilla, puesto que las limitaciones que supone no disponer de instalaciones propias frenan la captación de jóvenes nadadores. "Las propias familias tienen que asumir el coste de las licencias, los entrenadores, las equipaciones y el pago de la cuota al Patronato Deportivo Municipal", señalan los dirigentes del club, que también ven muy difícil que un nadador pueda preparar competiciones en Lugones. "Las calles están limitadas por el uso público y los horarios de apertura impiden practicar de madrugada como hacen muchos", apuntan, lamentando también la falta de interés por parte de los patrocinadores privados. "Antes de la crisis todavía había alguno, pero ahora parece imposible", indican.

Trabas que, de todos modos, no impiden que la gran dedicación de una directiva plagada de padres consiga grandes progresos. "El año pasado teníamos 33 miembros y este año rozamos el medio centenar gracias a la incorporación de varios pequeños que van dando relevo", sostienen al mismo tiempo que agradecen la gran implicación por parte de personas como la entrenadora del club, Sandra Pulgar, que durante varios días a la semana transmite a los pequeños tanto sus conocimientos deportivos como valores humanos.