Un viernes como tantos otros, hace veinticinco años, un grupo de amigos reunido en el Café Ideal, de Nava, decidió oficializar su pasión por el Fútbol Club Barcelona y constituir la peña barcelonista Villa de la Sidra. Presidida por Víctor Loredo, y con Álvaro Canto, José Ramón Escobar y Eduardo Torga entre sus directivos, el grupo ha cambiado poco desde entonces.
La peña celebró recientemente por todo lo alto sus bodas de plata, y espera seguir viva por mucho tiempo. Cuenta con la insignia de bronce del club, y su número 510, de entre las 1.600 que hay actualmente, dice mucho de que fueron casi pioneros por estos pagos. "Somos 65 socios y vamos a muchos partidos por aquí; en mayo viajamos siempre a Barcelona, seguimos siendo muy fieles al club", dijo Loredo.