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MANUEL PAZ | Director de la Orquesta de Cámara de Siero, galardonada con el premio "Yumper" de La Fresneda

"Llevamos música a donde no suele llegar, y con ella dignidad"

"El 'Yumper' es un reconocimiento al esfuerzo de cada proyecto; es un subidón que venga de la sociedad civil"

Manuel Paz, en el exterior del auditorio de la Pola. MARIOLA MENÉNDEZ

Manuel Paz recogerá en representación de la Orquesta de Cámara de Siero (Ocas), en calidad de su director, el premio "Yumper", "Asturianos de Braveza". Este galardón lo concede la Asociación Cultural para la Defensa de los Valores Humanos. La entrega será en el centro cultural de La Fresneda (Siero) el día 20, a las 19 horas. También será reconocido Isidro Caballero, presidente de la Asociación Pico Peñamellera de bolos.

-Reconocen su difusión de la música y su vertiente solidaria a través de proyectos de cooperación. ¿Satisfechos?

-Sí. Es un premio relacionado con los derechos humanos y la generosidad. Aunque nos consideramos generosos, reconoce el gran esfuerzo que hay detrás de cada proyecto, a pesar de que es algo que nos gusta. Pero es un subidón importante que este reconocimiento venga de una asociación de la sociedad civil.

-Ser asturianos de braveza no es cuestión baladí...

-Hace referencia a una cita de Miguel Hernández y reconoce nuestra promoción de la cultura y nuestro empeño y esfuerzo para tirar para adelante. No hacemos las cosas para que nos las reconozcan, es porque consideramos que hay que ser solidario, y también por uno mismo, por la satisfacción tan grande que supone la sensación de recibir más de lo que das.

-Una parte muy importante de la Ocas es su proyecto de cooperación "Vínculos". ¿En qué consiste?

-En llevar la orquesta por distintos países del mundo. Estuvimos en Latinoamérica, África, Europa... Es llevar música para llevar dignidad. Por ejemplo, cuando estuvimos en Nicaragua surgió la posibilidad de tocar en el basurero de Managua La Chureca, un lugar impresionante y extremo. Surgió la duda de si tenía sentido tocar ahí, pero pensamos que igual que la gente de Viena tiene derecho a escuchar música de Strauss, ¿por qué la de La Chureca no? La experiencia fue brutal, uno de los momentos más impresionantes.

-No viajan por ocio, entonces.

-Cada viaje supone un esfuerzo muy grande. En los 22 días que estuvimos en Nicaragua, dimos 43 conciertos en escuelas, hospitales, orfanatos... Es siempre maravilloso porque allí no llegan actuaciones musicales, y menos una orquesta sinfónica.

-¿Y siempre encuentran el aplauso del público?

-Solemos hacer espectáculos musicales con mucho sentido y participativos. Aquí también hemos desarrollado proyectos cooperativos como el del Centro de Sangre y Tejidos de Asturias con un "Concierto donante". Conseguimos que aumentaran las altas de donantes. También actuamos para 23 centros del ERA (Establecimientos Residenciales de Asturias) en Navidad. No hace falta ir a Nicaragua para vivir momentos inolvidables. Recuerdo cuando tocamos "Sólo una vez", una de las residentes la cantó entera y llevaba 8 meses sin recordar nada. Es el poder de la música y su capacidad de comunicación.

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