"Hoy es un día importante porque recuperamos algo que no teníamos desde 1997". Así de ilusionado se mostraba ayer Daniel Alcázar con motivo de la celebración de un rally en la modalidad de slot, disciplina popularmente conocida por la marca scalextric, que reunió a 45 participantes y sirvió para rendir homenaje a la época dorada del automovilismo local.
El lugar elegido para dicho evento fue el Café Première de la capital sierense, donde Alcázar y los voluntarios David Pañeda, Iván Corujo, Alejandro Díaz, Celso Rodríguez, Sergio Moro y Rafa Alonso montaron cuatro tramos que los competidores tuvieron que cubrir hasta en cinco ocasiones a lo largo del día. "Dos pasadas se hacen en limpio y tres en sucio con harina como efecto nieve", explicaron unos promotores que achacaron la resurrección del slot sierense al entusiasta Rafa Alonso.
Fue Alonso quien en 1977 introdujo el slot en la Pola. "Comenzamos en el salón parroquial a través de la asociación Los Cascaos", recuerda este aficionado que nació y vive en Oviedo, pero pasó gran parte de su vida viviendo en la localidad y fomentando esta práctica de manera ininterrumpida hasta el parón que llegó en 1997. "Fue el que nos metió el veneno a todos", declaran varios de los miembros de la organización.
Una ocasión especial que quisieron aprovechar para rendir tributo a la época dorada del automovilismo en el concejo. Para ello, pusieron como nombre de la prueba el Rally Puebla de la Sierra. "Fue el nombre que recibió el rally de Siero tras su recuperación en 1986, que más tarde se limitó a clásicos y tuvo continuidad en el slot", declaran los artífices de esta actividad que ayer reunió en la Pola a aficionados de toda Asturias y otras regiones. "Tenemos gente de León y Santander e iban a venir aficionados de Madrid, pero finalmente se les chafó", señala un Daniel Alcázar que se mostró más que satisfecho por la respuesta de un evento que tienen la intención de mantener en los próximos años.
Todo un esfuerzo altruista que fue reconocido por unos participantes que aplaudieron la buena marcha de la prueba pese a su carácter novedoso. "Para ser la primera vez los tramos están muy bien diseñados", sostuvo el participante Domingo Castro, que llegó desde Riosa para tratar de llevarse uno de los premios en forma de coches y accesorios de slot que para los devotos de esta práctica no tienen precio.
El principal atractivo de la prueba polesa es que, a diferencia de las pruebas oficiales que se desarrollan habitualmente en Gijón u Oviedo sobre todo, tiene carácter individual y no colectivo. Oportunidad única para muchos que por una vez pudieron lucirse en solitario con sus cuidados vehículos en miniatura, que atrajeron a más de un curioso que aunque no disfrutó participando se quedó boquiabierto por el detalle y calidad de las piezas. "Alguno si lo ves en foto parece casi de verdad", comentó un niño mientras daba un repaso con la mirada al mostrador de las pequeñas réplicas inscritas.
