Una deuda histórica con el pueblo. Es lo que sienten los vecinos de San Esteban de Pravia (Muros de Nalón) respecto a la construcción de una pasarela sobre la ría del Nalón para conectar con la localidad de San Juan de la Arena (Soto del Barco), en la otra orilla. Así lo entienden tras haber sido durante décadas el "fondo de saco" de las Cuencas, recibiendo los restos de la limpieza del carbón y no haber recibido apoyo económico de los Fondos Mineros en los años de la reconversión industrial.
Una deuda que se trató de saldar con el proyecto "Puerto Norte", presentado a principios de los noventa como el gran plan llamado a regenerar el bajo Nalón con la potenciación del sector turístico. Con inversión pública y privada, hay cosas que se hicieron más bien con la primera (saneamientos, carreteras, reformas de los muelles, piscinas de agua salada), mientras que los fondos privados no acabaron de llegar (campos de golf, balnearios, grandes hoteles de lujo...).
La "nueva Pompeya" que vendió el exdirigente regional Juan Luis Rodríguez-Vigil incluía, dentro de la inversión pública, la pasarela sobre la ría. Ésta nunca llegó. En 1999 quedó atascada pese a haber salido su contratación en el BOPA por 580 millones de las antiguas pesetas. Incluso se hicieron calicatas en la ría previas a la construcción. La impulsó Sergio Marqués (PP-URAS) poco antes de abandonar la presidencia del Principado, que perdió frente a Vicente Álvarez Areces (PSOE). Éste la retiró por cuestiones económicas y por, se dijo entonces, no estar claro qué tipo de pasarela debería hacerse (móvil o fija, peatonal o para coches, mixta...).
Y esto no se olvida en el bajo Nalón, donde ahora los vecinos vuelven a reivindicar la obra. "El proyecto era y es positivo y ahora más que nunca; podría beneficiar a las dos orillas mejorando comunicaciones. Nosotros tenemos autobús y tren, en La Arena muchos más servicios como población más grande", afirma Severino Fidalgo.
La sociedad civil de ambas márgenes de la ría, muy decepcionada, se ha unido en una plataforma para reclamar la construcción de la pasarela. "O es ahora o nunca, esta vez vamos de verdad y ya no lo para nadie porque fue una vergüenza que nos quitaran el proyecto, fueron todos unos hipócritas con nosotros", añade Vicente Prada. En San Esteban no han olvidado "Puerto Norte".
El hostelero Enrique Suárez tiene colgado en su local unos planos del proyecto para no olvidar la promesa de Asturias con el pueblo. Los gráficos son incluso anteriores a la etapa de Marqués y Areces: tienen origen en el primer proyecto del puente bastantes años antes.
"Tienen una deuda histórica con nosotros, hemos estado siempre abandonados y antes cuando hubo dinero no se hizo, pero ahora hay mucho empeño, costará pero tendrán que hacerlo", opina.
Los vecinos cuentan con el apoyo firme del sector hostelero, además de los políticos locales. "Sería fantástico y haría de los dos pueblos un pueblo grande", opina Rodrigo Fortuny, hostelero. De hecho, creen que sería un atractivo turístico con el que poder "generar sinergías y rentabilizar la zona", indica el vecino Gabriel Aranda.
Lo que sí sigue en debate es el cómo se debe construir. La mayoría apuesta por una pasarela únicamente peatonal. La duda está en si debe ser móvil para permitir el paso de las embarcaciones con puntales elevados. "Con que tenga 15 metros de altura permitirá el paso, si es móvil podríamos correr el riesgo de bloquear el puerto si se estropea", advierte Basilio Iglesias, presidente del Club Náutico "Virgen del Carmen".
