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"La alegría, la ira y la tristeza son buenas y necesarias", aseguran los expertos

"Es importante querer a los demás, pero también a uno mismo", aconseja la enfermera Marian Busto en el taller de gestión de emociones en Lugo

Un momento del taller en el que Marian Busto, en el centro, al fondo, habla con una de las participantes. A. F. V.

"Todas las emociones, tanto las que se tienden a clasificar como buenas como las que se dan por malas, la alegría, la ira, la tristeza, son beneficiosas y necesarias". Bajo esta premisa, las enfermeras Marian Busto y Cristina González dirigieron ayer el taller de manejo de sentimientos en la Casa de Cultura de Lugo, una sesión a la que asistió una decena de mujeres, que pudieron aprender algunas de las claves para conocerse mejor a sí mismas.

"Si vamos caminando y nos encontramos con un jabalí, ¿qué nos pasa?", pregunta Busto al auditorio que, sin pensarlo, responde firme: "Nos asustamos y tenemos miedo". "¿Y es malo el miedo?", vuelve a interpelar la experta. "Sí", responden algunas, ya con más dudas. "Pues no, el miedo en este caso, que me ayudará a correr, es positivo. No siempre es malo", corrige Busto.

Con esta dinámica activa, la enfermera del centro de salud de Lugo fue desgranando las cinco emociones básicas: el amor, la alegría, el miedo, la rabia o ira y la tristeza. "La intención de esta primera sesión es, ante todo, poner nombre a lo que sentimos y aprender a gestionarlo. Es básico y fundamental para la salud", destaca Busto, en todo momento acompañada por su compañera Cristina González, que ejerce en el consultorio de Villabona.

Y, como muestra, un botón. No hay mejor aprendizaje que el que se adquiere como fruto de la experiencia, y así lo aprendieron ayer las participantes en el taller. Una por una, fueron relatando qué tipo de sensaciones habían tenido a lo largo de la semana, poniéndoles nombre y explicando cómo las habían afrontado.

Hubo relatos de todo tipo: desde momentos de frustración hasta el sufrimiento por la pérdida de un ser querido, pasando por la alegría de ver cómo aumenta una familia. "Hay que vivir tristezas, no pasa nada. También tenemos que permitirnos llorar. Pero debemos ser conscientes de que hay que seguir adelante, de que no nos podemos quedar ahí", arenga Busto.

Otra de las situaciones más comunes que aprendieron a afrontar fue la decepción o frustración por el comportamiento de otra persona. "En estos casos, debemos hablarlo en privado con ellos y después de que hayamos desenganchado de la situación, cuando haya pasado un rato. Pero si el problema persiste, tened claro que el problema es del otro, no vuestro", aconseja la experta, que insiste a su público: "Es importante querer y preocuparse por los demás, pero también a una misma". "Si no, ¿quién lo va a hacer?", le responden. Lección aprendida.

La próxima sesión tendrá lugar el próximo martes. En esta ocasión, la temática girará en torno a la inteligencia emocional (ponerse en el lugar del otro, aprender a comunicar nuestros deseos o ideas...) y será Cristina González quien tome las riendas. El acto tendrá lugar en la Casa de Cultura de Lugo, a las 16.15 horas.

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