Juan Zaratiegui es un artista multidisciplinar. Le van la pintura, el dibujo y la escultura, confecciona medallas conmemorativas y ha probado también en otras artes. Así lo muestra, desde ayer, en el Centro de escultura Museo Antón de Candás, donde se puede ver "Los caminos del arte", una retrospectiva de la obra del artista ovetense en los últimos 40 años. "Soy negado para los ismos, cada artista tiene su etapa, aunque también esos ismos sirven para catalogar", destaca el pintor, que con sus piezas ha llenado la planta baja del centro candasín.
"Hice una selección por el espacio y procuré traer un poco de todo", expresa Zaratiegui, que se detiene por un momento en las medallas de bronce, una labor que lleva realizando desde hace tres décadas y sobre la cual hace años editó un libro. Las piezas son conmemorativas, como la que le encargó el Ayuntamiento de Gijón para el Museo del Ferrocarril y las reproducciones de doce reyes asturianos que en 1988 entregó al Príncipe Felipe.
De las medallas pasa a analizar las pinturas. Se para ante una serie de cuadros confeccionados en la década de los años setenta y ochenta del pasado siglo. "Era una época muy convulsa socialmente, había muchas huelgas laborales y yo intento expresar el abuso, la represión, la explotación del obrero, son obras con compromiso y reivindicativas, también personales", expresa el artista, al tiempo que se gira y muestra un paisaje de la desaparecida Uninsa, ahora Arcelor de Veriña (Gijón), en la que ya en 1973 había polución. "Algunos paisajes que hago son interpretaciones, no tienen por qué ser identificados con algún lugar concreto", indica Zaratiegui, que últimamente también juega con las nuevas tecnologías y ha hecho alguna impresión en tres dimensiones que usó como maqueta, caso de la escultura al hórreo, a tamaño real, que se puede ver en Bueño (Ribera de Arriba).
Zaratiegui no solo utiliza materiales convencionales, sino también otros, que no desvela, para generar relieves. Emplea, asimismo, tinta china, dibujos abstractos que le ayudan a "higienizar, a abstraerse", graba en su memoria el movimiento del viento en su contacto con la hierba y lo plasma. Eso último lo ha denominado, con no poca ironía, "Laboral gardens".
La muestra del artista ovetense en el Museo Antón podrá verse hasta el próximo 7 de mayo.
