Los polesos disfrutan desde por la mañana de su fiesta más especial y entrañable, Güevos Pintos, una de las celebraciones con más solera y más queridas de la capital sierense. Desde bien temprano la asturianía se respira en las calles y son muchos que los hacen cola para ver y comprar algún huevo decorado con divertidos colores y dibujos. La bendición fue uno de los actos centrales y el párroco, en su discurso en asturiano, aprovechó para repasar la actualidad internacional y recordar la masacre que vive Siria. Aún queda mucha fiesta y por la tarde, el desfile folclórico y las carrozas serán los protagonistas.

Desde primera hora de la mañana las calles se han ido llenando y cientos de personas participan en la jornada festiva, que cuenta con el mercado donde se pueden comprar los bonitos huevos decorados con mil y un motivos (los inspirados en el fútbol, con los escudos de los equipos, son los que triunfan este año) e incluye también la bendición, en la que este año se estrena el párroco Juan Manuel Hevia.

En la plaza del Ayuntamiento se servirán sidra de forma gratuita después de la misa, mientras que a la tarde ( 17.30 horas) llegará uno de los platos fuertes de la jornada: el colorido y multitudinario desfile de carrozas. La romería comenzará hacia las 20.30 horas con los grupos "Dixebra" y "Tekila".