La Comarca del Nora va camino de convertirse en el paraíso norteño de las cigüeñas. A la ya habitual cría de estas aves en un nido repuesto por los vecinos de Meres (Siero) en el año 2015, en el que este año ya hay dos crías, hay que sumar la llegada de unos nuevos ejemplares a Noreña que escogieron un chopo próximo al camposanto local para su primera tentativa reproductiva.

En el caso de Meres, la presencia de las cigüeñas se remonta a hace aproximadamente una década, aunque no es hasta 2010 cuando empieza a ver evidencias de sus intentos para criar. Tras unos primeros años de tentativas fallidas, las cigüeñas llevan más de un lustro criando con éxito en la localidad sierense, con la salvedad del año 2015 cuando el temporal derribó el nido, llevándose por delante la vida de una cría y movilizando a los vecinos para su reposición, que el año pasado permitió sacar adelante un nuevo par de cigüeñas.

Entre los que sigue con atención la evolución del nido sierense está el apasionado de la ornitología, Enrique Jarero, que hace unos días logró fotografiar a una cigüeña adulta con dos pequeñas en el nido. "No habría que descartar que hubiese un tercero porque se ve bastante movimiento", indica un Jarero que en los últimos tiempos ha exigido una figura de protección para la charca del entorno del santuario de la Virgen de la Cabeza en la que estas aves más propias de otros climas más cálidos se han convertido en una atracción más para los visitantes.

No menos sorprendente resulta el caso de Noreña. En un principio los vecinos pensaban que las cigüeñas que podían verse sobrevolar la Villa Condal podrían ser las famosas de Meres en busca de comida por la zona. Sin embargo, el seguimiento de algún curioso permitió confirmar que se trataba de otros ejemplares. "En junio del año pasado me vine a vivir a Noreña y descubrí que un bando de cuatro cigüeñas frecuentaban los alrededores de la localidad en zonas como Ferrera o Espiniella", apunta el vecino y ornitólogo Félix Gómez.

A pesar de todo no fue hasta este año cuando una pareja de ejemplares jóvenes mostró su disposición a tratar de reproducirse. "En un principio pensé que estarían haciendo el nido de cara al año que viene, pero en cuestión de días creció considerablemente y empezaron a incubar", explica un Gómez que calcula que estos inesperados vecinos de la villa chacinera llevan un par de semanas dando calor a sus huevos.

Ahora queda por ver si la falta de experiencia les juega una mala pasada a estos padres primerizos o bien dotan a la localidad de nuevos vecinos. "A ver si tenemos suerte y nos hacen padres a todos", comenta un José Fernández que en sus paseos diarios desde Siero suele fijarse en el proceder de las aves.

Sobre las teorías que se manejan para explicar el creciente interés de la especie por los concejos del centro de Asturias, algunos apuntan a los efectos del cambio climático que hacen que cada vez las cigüeñas elijan destinos del norte de España por sus temperaturas más agradables. Otros consideran que la existencia de ecosistemas como la charca del santuario de Meres el río Noreña pueden resultar atractivos para obtener alimentos tanto para adultos como las crías, aunque también hay quien defiende que vertederos como el que Cogersa tiene en Serín son un imán para distintas variedades de aves, al contar con grandes cantidades de potencial alimento.