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Las comisiones de festejos, reacias a cambiar la botella de vino por sidra

La mayoría aduce el precio o problemas de logística para rechazar la idea de Amigos de la Manzana de dar la bebida regional con el bollo

Las comisiones de festejos, reacias a cambiar la botella de vino por sidra

La propuesta que el Club Sierense de Amigos de la Manzana ha hecho a las sociedades de festejos del concejo de que cambien la botella de vino que suelen dar con el bollo a sus socios por otra de sidra no parece tener demasiada aceptación.

La mayoría de las comisiones de festejos ve difícil el cambio, casi siempre por motivos económicos. Dicen que la botella de sidra sale más cara y que el aumento del gasto puede ser excesivo, sobre todo para aquellas sociedades que tienen un número alto de socios.

El presidente de la Sociedad de Festejos de Pola de Siero, Jenaro Soto, se mostraba reacio a cambiar vino por sidra por este motivo. "Una botella de vino sale mucho más barata, no pueden esperar que lo cambiemos por sidra a no ser que nos lo patrocinen", señala. A su juicio, el problema del envase es clave. "La mayoría de los lagares dan envases retornables, y si no los devuelves, el precio se dispara", mantiene Soto.

De la misma opinión es Isaura Souza, de la comisión de festejos de La Cuerria, en Sanmartino. "El mayor problema está en el retorno del envase, y la gente que te va a recoger el bollo no te va a ir con una botella vacía, así que se te desorbita el precio. Si tuvieses cincuenta socios, lo podrías hacer, pero cuando tienes un numero grande de socios, que son los que en parte te financian las fiestas, es bastante más complicado". En el caso de La Cuerria, el número de socios de la comisión de festejos está en torno a los 800.

Diego Nicieza, presidente de la Sociedad Cultural y de Festejos Santa Apolonia, de Pañeda, comenta que su comisión nunca se ha planteado cambiar a la botella de sidra, y considerando que tienen unos setecientos socios, ven complicado hacerlo. "La sidra suele ser una partida bastante cara", señala.

Por su parte, Manuel Cima, miembro de la comisión de festejos de Nuestra Señora del Buen Suceso, de El Carbayu de Lugones, afirma que, en su caso, llevan muchos años repartiendo vino y trabajando con la misma empresa y entiende que les costaría trabajo cambiar.

"En estos casos, creemos que hay que ir a lo práctico; nosotros tenemos cerca de 1.100 socios, y cambiar ahora sería un poco complicado; no negamos que algún día se pueda hacer, pero, de momento, no nos planteamos cambiar", manifiesta.

La Asociación de Vecinos de La Fresneda, organizadora de las fiestas del Corpus de la urbanización, sí ha puesto sobre la mesa la posibilidad de cambiar el vino por la sidra, y en este caso, según su presidente, Óscar Llamas, el aspecto económico no sería un problema. "Llevamos años dando vino bueno, un Rioja de calidad; para nosotros sería, incluso, abaratar el precio", explicó.

En una reunión reciente, surgió la idea y se abrió el debate, pero su resolución tendrá que esperar al menos un año para ver si se opta por el cambio o se sigue como hasta ahora, ya que las fiestas de 2017 están cerca y ya tienen el vino comprado.

Sonia Rodriguez, vicepresidenta de la Asociación de Festejos de Muñó (Asofemu), organizadora de las fiestas de Nuestra Señora del Rosario, dice que en su caso el problema es el retorno de las botellas, más que el precio.

Héctor Díaz, de la comisión de San Félix de Valdesoto, señala que, para él, la clave es también la económica. "La verdad es que nunca me lo propuso nadie ni yo lo llegué a proponer; sería cuestión de estudiarlo, pero en cualquier caso, si saliera más caro que el vino, no me lo plantearía, porque de lo que pagan los socios, si no, te quedaría muy poca cosa; no nos podemos pemitir tener más gasto".

Una asociación que sí ofrece la posibilidad de llevarse una botella de sidra con el bollo es Amigos del Roble, de la Pola. Su presidente, Enrique Meoro, asegura que "no hay ningún problema con el precio ni con los envases; los hay no retornables y los puedes comprar incluso en el supermercado, no creo que suba el precio más que una botella de vino".

También Santa Isabel, de Lugones, ofrece la botella de sidra a sus socios desde hace años. Pero siguen siendo la excepción, y no parece que la propuesta de Amigos de la Manzana vaya a extenderse, a juzgar por la acogida que ha tenido en la mayoría de los colectivos de festejos.

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