En negro sobre blanco para que perdure y no se olvide. Ese es el objetivo que persigue el cronista oficial de Teverga, Celso Peyroux, con su última publicación, "El cantar del agua, ríos y arroyos de Teverga", que ha sido publicado por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). "Esta recuperación de la toponimia es posible ahora, pero no lo será en unos años porque ya no hay gente en los pueblos y es una pena que sitios tan bellos se olviden con el paso del tiempo", comenta el autor.
Peyroux comenzó este proyecto hace ya diez años, recorriendo río a río del concejo, acompañado por los vecinos. También contaba con muchos apuntes, algunos de los cuales datan de hace casi cuarenta años y fueron recopilados en su etapa como corresponsal de LA NUEVA ESPAÑA.
En el libro, Peyroux rescata del olvido lugares espectaculares que, por desgracia, son inaccesibles, como la cascada "La Viecha", en el río Torce, o el torrente "Surianu", en el río Barrio, "por donde bajaba Jovellanos de camino a Teverga en 1792". "Son de difícil acceso por la orografía o bien son inaccesibles porque están abandonados, al igual que los montes. Creo que en diez años, si no se toman medidas, no hará falta ir al Amazonas para ver una selva, se verá en Teverga", advierte.
Además, el cronista revela que el paso del tiempo ha hecho que ni entre los propios vecinos se pusieran de acuerdo sobre el nombre de cada río o arroyo. Por eso, conmina a sus compañeros cronistas oficiales de otros municipios asturianos y a los filólogos interesados en la etnografía a recuperar los topónimos y nombres de todos los lugares "porque a la vuelta de unos años se habrán perdido".
El libro también contiene imágenes inéditas y muy antiguas como una fotografía del puente de Entrago, a principios del siglo XX.
