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Los mayores vuelven a la plaza

"Viene el invierno y fuera no hay quien ande", dicen los jubilados de la Pola, encantados con la apertura del mercado

Los mayores, en la plaza cubierta de Pola de Siero, de tertulia. MARIOLA MENÉNDEZ

Los jubilados de Pola de Siero están "contentos" porque este año podrán volver a pasar las mañanas de invierno bajo techo. El alcalde, Ángel García, se ha comprometido a que la plaza cubierta permanezca abierta los meses de noviembre, diciembre y enero, en horario de 9 de la mañana a 2 de la tarde, más tiempo de lo que ellos demandaban, pues se conformaban de 10 a 13 horas.

El año pasado, pero ya al final del invierno, se accedió a la petición de los jubilados y les abrieron la plaza para que pudieran refugiarse de los rigores del invierno. Fue un éxito, así que el gobierno local repite este año.

"Viene el invierno y fuera no hay quien ande", argumenta uno de los mayores de la Pola, Ludivino Fonseca. Cuando hace buen tiempo es habitual verles en el parque Alfonso X El Sabio, donde montan cada día su tertulia matinal y diseccionan la actualidad del día o la información local, que siguen bien de cerca. Pero cuando bajan las temperaturas, apetece poco sentarse en los bancos del parque, al aire libre y pasear alrededor de la plaza tampoco es mejor plan, por la corriente de la zona y se quejan del frío. Además, destacan otra ventaja: disponen de baños. Los aseos es otro de los servicios que agradecen los mayores, pues si no, se las tienen que apañar para acudir a un bar o aseo público. Así que en la plaza están encantados, porque tienen aseos en caso de apuro y además están protegido de las inclemencias del tiempo cuando llegan los rigores del invierno. Son unos 16 los jubilados que cada día se reúnen para pasar la mañana departiendo y entretenida. No obstante, Ludivino Fonseca destaca que la apertura de la plaza "es bueno para todos", pues aquí también pueden reunirse y tienen cabida "madres y güeles con los rapacinos", pues evitan también tener que ir al parque a pasar demasiado frío.

En la plaza cubierta hay espacio y cabida suficiente para todos. Para que los mayores hablen de los problemas más cotidianos, de fútbol, política o la actualidad y para que los niños puedan corretear sin estar a la intemperie. Así que unos y otros, sobre todo, los mayores, están encantados con la medida tomada por el Ayuntamiento. Los jubilados se reunieron con el Alcalde el miércoles y les comunicó que volverían a poder disfrutar de la plaza a partir del mes de noviembre. Además, ha sido generoso con el horario permitiéndoles estar aquí dos horas más de las solicitadas.

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