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Villaviciosa, diseño emocionado

"Trato de utilizar un componente psicológico", dice la interiorista maliayesa Mercedes Arce, premiada con la Medalla de Oro del Foro Europa 2001

La diseñadora Mercedes Arce. REPRODUCCIÓN DE P. M.

Diseña interiores y tiene en cuenta no sólo los de los espacios, sino también los de las personas. Este rasgo, entre otros, ha marcado la trayectoria profesional de la maliayesa Mercedes Arce, que el viernes será reconocida en Madrid con la Medalla de Oro del Foro Europa 2001. "Intento conjugar: no hago un diseño para que tengas una casa de revista, sino que trato de utilizar un componente psicológico", explica la diseñadora, quien tiene en cuenta los estados emocionales y las etapas vitales de quienes van a habitar el espacio.

Hija de los propietarios de la joyería Paco Arce, la premiada lleva tiempo viviendo fuera y practica una atenta escucha cuando se enfrenta a un proyecto. "He acabado un proyecto con una persona que ha pasado por un momento muy duro y he procurado meter alegría en su casa", describe Arce, quien trabaja para que sus diseños "ayuden a la gente a estar más feliz".

Asegura que, en general, las personas no son conscientes de hasta qué punto influye la decoración, la iluminación o la elección de los colores en los estados anímicos, e invita a observar las "sensaciones" que uno tiene al entrar en los sitios, al "entrar en casa y cerrar la puerta", lo que debería provocar que la persona esté a gusto. Fue la búsqueda de un mayor bienestar la que llevó a la maliayesa a dar un giro a su trayectoria profesional, pues antes que interiorista fue directora financiera de un proyecto inmobilario en México. "Siempre he estado metida en el mundo del interiorismo y haciendo cosas, siempre me apasionó", explica al tiempo que refiere el momento en que decidió "salir del mundo cuadriculado de las finanzas" y convertir su hobby en su profesión. Tras cuatro años en México regresó a España e hizo un máster en interiorismo, combinando ambas profesiones hasta que se zambulló por entero en esta segunda, montando su propio estudio.

"Dejar un trabajo y una seguridad económica es una decisión que cuesta, pero no puedo ser más feliz. Esto me apasiona", apunta la diseñadora, quien atraviesa muy buen momento, "cada vez con más proyectos", con mucha ilusión y gratamente sorprendida con la concesión de la medalla de oro. "Es un impulso y un empujón, una alegría muy grande", destaca. Entre las inspiraciones que ha tenido en este camino Arce señala a Andrée Putman, "por su cambio de trayectoria y por su trabajo, cuidando el uso de la luz, la mezcla de materiales ricos y pobres y los espacios eclécticos", además del arquitecto Frank Lloyd, pues suele integrar elementos de la naturaleza en su trabajo.

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