Al culebrón de la Escuela de Música de Llanera le queda, al menos, un capítulo más. Y es que una representación de los padres de alumnos que denuncian una mala gestión de horarios y plantilla en el centro municipal -se quejan de que las únicas horas disponibles para recibir lecciones de piano son intempestivas para los niños- se reunieron ayer con el alcalde, Gerardo Sanz, y con el concejal de Cultura y director de la escuela, Alfredo Rodríguez. Según la versión de las familias -ni Sanz ni Rodríguez han querido hacer valoraciones al respecto- ambas partes han acordado que el regidor mantenga un encuentro con los profesores para tratar de buscar una salida a un callejón que, a medida que pasan los días, tiene peor salida.

"El Alcalde se ha comprometido a hablar con los profesores, con la intención de buscar una solución al problema de los horarios". Patricia Blanco, una de las madres afectadas por los horarios de piano en la Escuela de Música, resume así el encuentro, en el que estuvo presente y que califica de "tenso" en sus inicios, aunque, asegura, "con el paso del tiempo, y tras exponer las familias nuestros argumentos, fue más relajado".

Además de los horarios, los padres también se quejaban de que a algunos estudiantes se les había asignado un profesor de piano diferente al que habían tenido en años anteriores. En este sentido, parece más complicado que las aspiraciones de las familias puedan avanzar, ya que, según el testimonio de Blanco, "en ningún caso Sanz aseguró que vaya a haber cambios de profesor".

Precisamente, ese docente, que tiene un contrato por horas, interpuso una demanda contra el Ayuntamiento alegando arbitrariedad en el reparto de las horas lectivas y exigiendo que se le repusiera su horario.

Tras esta toma de contacto, en la que Blanco asegura que algunos padres amenazaron con abandonar la sala porque no querían que el edil de Cultura estuviese presente en la reunión, los padres se fueron a casa "esperanzados", aunque son conscientes de que el futuro de sus demandas "es incierto".

"Lo que queremos es que sean los profesores quienes gestionen los horarios. Hasta ahora siempre lo han hecho ellos y el funcionamiento de la escuela ha sido perfecto", enfatiza Blanco, quien asegura que, de no desbloquearse la situación, podría haber un aluvión de bajas en el alumnado del centro municipal: "Ya ha habido varias y hay gente que, de momento, no está llevando a clase a sus hijos porque tienen asignadas unas horas a las que resulta imposible. Si la situación no cambia, esa gente se borrará".