El Principado no considera a Caleras de San Cucao una empresa responsable con el medio ambiente. Así lo deja patente la administración regional tras expulsar del registro EMAS (herramienta voluntaria diseñada por la Comisión Europea para la inscripción y reconocimiento público de aquellas empresas que tienen implantado un sistema de gestión ambiental que les permite evaluar, gestionar y mejorar sus impactos ambientales, asegurando así un comportamiento excelente en este ámbito) a la compañía sita en Llanera. Ante esta situación, los ecologistas ven "incomprensible" que desde Oviedo se permita a la compañía continuar con la actividad y su ampliación.

"Es lamentable que Medio Ambiente reconozca que la compañía contamina, al expulsarles del registro EMAS, y que se les permita seguir funcionando y ampliando sus instalaciones a pesar de las graves consecuencias que su actividad tiene para los vecinos", señala Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinador Ecoloxista d' Asturies, quien considera que con esta situación "el Principado se ríe de los vecinos de Llanera".

Dadas las circunstancias, los ecologistas exigen al Principado que "paralice la actividad de la firma, ante el incumplimiento continuo de las instalaciones, hasta que no se subsanen estos graves problemas".

La asociación de vecinos de San Cucao presentó alegaciones a la ampliación de la calera local recientemente. Los residentes entienden que la actividad de la empresa supone un perjuicio para los lugareños, además de para el patrimonio natural y cultural de las proximidades de la compañía. Además, la entidad también entiende que la trascendencia de la polución generada por Caleras de San Cucao traspasa los límites de la parroquia, afectando a todo el concejo de Llanera.

Para acceder al registro EMAS, las empresas debían realizar un diagnóstico medioambiental de la empresa, comprobando su grado de cumplimiento de la legislación ambiental vigente en esa empresa; evaluar de qué forma afecta al medio ambiente las actividades de la compañía; crear una declaración ambiental donde se demuestre que esa firma ha implantado un sistema de gestión ambiental para minimizar sus impactos; y validar esa declaración ambiental por un auditor independiente.