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El texu, árbol sagrado en La Collada

Los vecinos aplauden la declaración de BIC porque servirá para evitar que lo quieran talar, como pretendieron hacer en los años ochenta

Magdalena Gallardo, junto al vetusto texu de La Collada. MARIOLA MENÉNDEZ

"Siempre que vengo me gusta acariciar al texu porque me da energía. Es un símbolo que perdura ante la advesidad", asegura Magdalena Gallardo, vecina de La Collada (Siero). El campo de la iglesa de San Pedro, a la que custodia un vetusto texu (tejo), ya es Bien de Interés Cultural (BIC), un régimen de protección que el Principado también acaba de conceder a otros once conjuntos de templos y tejos en la región.

La noticia ha sido muy bien acogida por los vecinos, para quienes este texu es un símbolo del pueblo, del que cuentan muchas historias y leyendas. El reconocimiento como BIC es una protección para que a nadie se le vuelva ocurrir, como pasó hace treinta años, pensar en talarlo para, por ejemplo, ampliar el cementerio. Vecinos como Magdalena Gallardo se opusieron frontalmente y les hicieron caso.

La primera noticia documental que se tiene sobre esta iglesia de San Pedro de la Collá (Collada) es de 921, en las mandas que el rey Ordoño II dispuso en su testamento a favor de la iglesia de San Salvador de Oviedo. Así que por su antigüedad ya formaba parte del Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias. Pero los vecinos creen que el texu es anterior al templo, por lo que ronda los mil años. Esta versión no coincide con los cálculos de la asociación "Amigos del Texu", que estima que tiene unos 400 años y vincula su plantación a la conmemoración de una de las reformas realizadas en la iglesia en el siglo XVII. Al comienzo de la Guerra Civil española, en 1936, la iglesia fue quemada, pero no se restauró y se levantó una nueva.

No se conserva ningún resto de la primitiva iglesia medieval, que fue completamente arrasada en las reformas realizadas en las siguientes centurias. Su fábrica actual data de los siglos XVI y XVII, aunque, al quemarse los libros parroquiales en la contienda, no se logra detallar en qué consistió cada una de esas fases constructivas. Está deteriorada.

El de La Collada es un imponente tejo macho con cuatro metros de perímetro de tronco, situado junto a la carretera. Tiene una copa verde y frondosa, signo de su buena salud. Una de sus raíces, de cuatro centímetros de grosor, se extiende 16 metros hacia el presbiterio de la iglesia, donde ha levantado algunas losas del suelo.

El texu es un árbol rodeado de gran misticismo y unido a la tradición celta, en cuya cultura es un elemento sagrado. La cristianización se apropió de este símbolo pagano vinculándolo a las iglesias. "Mi abuela contaba que, por el Corpus Christi, cuando la bendición era en el campo de la iglesia, luego se bailaba la danza prima", apunta Magdalena Gallardo. Hay otras muchas historias y leyendas que los vecinos cuentan sobre su texu. "Cuando surgía un conflicto en el pueblo o un problema con los animales se reunían aquí", añade. Otra leyenda que recuerda de su abuela es aquella que le contaba en la que Dios se enfadó con el hombre queriendo exterminarlo. Pero "el texu defendió al hombre y Dios le impuso como castigo que duraría hasta el fin del mundo para ver las maldades humanas", relata Magdalena Gallardo, destacando que "es el árbol más antiguo del mundo". Con su madera se hacían los engranajes de las ruedas del carro del país, pero no la obtenía cualquier ebanista. Tenían que ser un poco chamanes para trabajar con su madera; todo el árbol, salvo la pulpa del fruto, es venenoso.

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