El tripartito de Llanera no admitirá injerencias en sus cuentas. Así lo asegura el alcalde, el socialista Gerardo Sanz. Pese a que el gobierno local deberá negociar con la oposición un voto -o una abstención- para que el Pleno dé de paso las previsiones económicas, el regidor avisa a navegantes: "El presupuesto tiene que ser del equipo de gobierno y no tiene sentido intentar cambiarlo".
Actualmente, y según explica Sanz, las cuentas para el próximo ejercicio todavía están siendo discutidas entre PSOE, IU y Somos, aunque el Alcalde es optimista y confía en que puedan estar cerradas en próximas fechas. "Tenemos que pensar en Llanera y en lo que necesita el concejo. Se trata de una cuestión principal para todos", destaca desde su despacho la máxima autoridad local.
Pese a que en los últimos meses ha saltado alguna chispa entre los miembros del gobierno -especialmente entre PSOE e IU- parece poco probable que esta coyuntura pueda pasar factura a la hora de cuadrar las cuentas. "Este será el cuarto presupuesto que presentaremos desde nuestra llegada al gobierno en 2015. Hemos demostrado sobradamente que somos capaces de llegar a acuerdos y lo seguiremos haciendo", enfatiza Sanz.
Sea como fuere, lo que está más que claro es que si el tripartito quiere aprobar sus cuentas deberá negociar con otro grupo, una circunstancia que no es nueva para este gobierno, que desde la expulsión el pasado febrero del edil de Somos Javier García sufre lo que es mandar en Llanera en minoría.
Ya el pasado febrero la coalición, que se vio forzada a pactar, vio en el edil de Ciudadanos a su mejor socio. Cicero fijó tres líneas rojas para garantizar su abstención en la segunda ronda de votaciones de las cuentas: buscar garantías jurídicas antes de realizar inversiones en el centro social de Soto de Llanera, realizar una auditoría energética en el concejo y crear un espacio de trabajo compartido para emprendedores a precios económicos.
Por aquel entonces el edil de la formación naranja fue muy claro: "Si quieren que volvamos a sentarnos a negociar en un futuro deben cumplir los acuerdos que se han alcanzado de cara a la aprobación del presupuesto". Y lo cierto es que hubo palabra. Las dos primeras premisas ya se han llevado a cabo y la creación de un espacio para emprendedores está muy cerca de consolidarse, una vez se ha aprobado la normativa de funcionamiento.
Pero ahora Cicero quiere más. Pese a que el único concejal de Ciudadanos ha repetido por activa y por pasiva que no está interesado en alcanzar acuerdos presupuestarios, ya ha instado al tripartito, a través de este periódico, a negociar lo que supone "una de las decisiones más importantes que toma el Pleno".
