La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Pola | Maravillas del mercado

La sidra dulce, reina del otoño asturiano

El popular mosto recién obtenido del duernu se puede adquirir en el mercado poleso de los martes a entre 2,5 y 3,5 euros

Carmina Blanco, ayer, con su sidra dulce, en la Pola. M. M.

El otoño es tiempo de magüestos. Este año, a falta de castañas - pues la escasez de lluvias mermó la cosecha-, hay bastante sidra porque la producción de manzana fue hasta excesiva. Así que la sidra dulce, aún sin fermentar, es uno de los productos de temporada que más demanda tienen en el mercado de los martes de Pola de Siero. El mosto obtenido directamente del duernu es una delicia para muchos, niños y adultos.

Cuesta no caer en la tentación de probarla, y más cuando es de sidra de casa, como la de Carmina Blanco y su familia. El lunes mayaron y ayer tenía unas apetecibles botellas en su puesto. El color ya delataba que estaban recién sacada del duernu. Eso sí, es importante guardarla en la nevera con el tapón ligeramente abierto, porque al empezar a fermentar puede dar algún susto si sale disparado.

Es una bebida que hay que tomar pronto, aunque hay fórmulas sencillas y caseras para alargarle la vida con un simple baño maría. También hay quien opta por congelarla para tener sidra dulce durante más tiempo.

"A mí me gusta también después de unos días", apunta Carmina Blanco porque, como siempre, es cuestión de gustos. La de esta gijonesa de Caldones, que acude cada martes al mercado de la Pola con sus excedentes de la huerta, no puede ser una sidra más casera. Para prueba, las manzanas que utilizan de materia prima para mayar provienen de las pumadas propias de la familia. Y para que no haya duda, en el puesto tiene unas cajas con más manzanas, pues de este fruto este año en Asturias se anda abundante.

Hay que aprovechar estos días en los que aún se está mayando para tomar una de las bebidas más populares en el otoño de la región, el mosto recién obtenido tras el machacado y prensado de la manzana, antes de pasar a los toneles donde durante meses madurará tras sus dos fermetaciones (la alcohólica y la maloláctica). La sidra se vende a unos 3,5 euros la botella de dos litros y a 2,5 euros la de 1,5 litros.

El éxito de esta bebida ha llevado a varios llagares y fábricas a lanzar al mercado sidra dulce que no sigue fermentando en la botella a través de diferentes técnicas. Además, no siempre es fácil conseguir el mosto del duernu si no se tiene confianza con algún llagarero porque es un producto que no se suele comercializar y tiene una vida muy corta, pues la fermentación en seguida comienza.

La sidra dulce y las castañas son la pareja perfecta en los magüestos otoñales de Asturias, aunque en los colegios ya no ofecen mosto del duernu a los chavales, por cuestiones sanitarias, y en su lugar les dan zumo de manzana o, como mucho, pasteurizada. Pero como la sidra dulce recién mayada y el olor a manzana en el llagar no hay nada.

Compartir el artículo

stats