Iván Posse se pasa el año entero pensando en la Navidad, más concretamente, en los belenes. Compra las figuras aunque no todas, construye dioramas, principalmente de poliespán, emplea barro y también crea moldes de animales como gallinas y ovejas que acompañan algunas escenas. Es el vicepresidente de la recientemente constituida asociación belenista de Candás y aunque suele trabajar en grupo con sus compañeros del colectivo como, por ejemplo, ocurrió en el nacimiento de la iglesia de San Félix, también trabaja en solitario. Este año ha expuesto una de sus joyas personales en el centro polivalente de La Baragaña. Ha creado ocho escenas cronológicas que van desde la Anunciación de María, hasta la Huida a Egipto pasando por la visita de los Reyes Magos de Oriente al niño Jesús, entre otras.
Su universo de manualidades está ubicado en el trastero de su vivienda, en Albandi. "Todo lleva su trabajo, hay que pensar en la perspectiva y generar sensación de lejanía. Aunque no se perciba está inclinado", afirma mientras señala uno de las ocho escenas del diorama navideño de La Baragaña.
El desierto está confeccionado a base de yeso y arena y aderezados con los polvos diseñados para las juntas de los azulejos. Las paredes están hechas de cola escayola. Pero el grueso, está hecho a base de poliespán. "La pintura es la clave para los detalles", destaca este hombre que ha usado cinta de carrocero para diseñar las plantas y las copas de los árboles con pinceladas de pintura verde. Es tal la minuciosidad con la que trabaja Posse que hay "tornillos" y "puntas" "oxidadas" en algunas de las construcciones. Y apenas se aprecia que sean meramente decorativos. También ha dibujado jeroglíficos en las paredes de un edificio en la recreación de la Huida a Egipto.
Posse es de la opinión que los nacimientos y belenes han de renovarse constantemente. "Hay que cambiarlo todo", señala con una sonrisa. Y todo para estar acorde con las nuevas vanguardias del belenismo. Habla de figuras que cuestan más de doscientos euros y de precios que rondan los 2.000 por una sola pieza. Las suyas son bastante más económicas. El resto, lo pone su creatividad. "Hay que reciclar", señala cuando se refiere a los moldes que él mismo fabrica para crear nuevas ovejas y cabras en miniatura. Las pinta y parecen reales. "Esto que se ve aquí -en referencia a los ocho dioramas de La Baragaña- me lleva un año entero. Me pongo en los ratos libres", señala.
El belenista carreñense comenzó a profundizar más en su afición hace más de seis años. "Esto es un vicio", apostilla Posse, que destaca además que uno de los principales responsables de que hoy exista una asociación belenista en Candás es Joaquín Fernández. "Yo soy partidario de hacer el belén hebreo, el original, y claro, no colocar tejas en los edificios", concluye Posse, que junto con su grupo ha estudiado las constelaciones para saber cómo están colocadas las estrellas para situarlas en el belén de la iglesia y ha pasado no pocas tardes documentándose para que sus obras sean lo más parecido al nacimiento hebreo original.
