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Los "erasmus" más moscones

"La gente es lo mejor, me gustaría buscar empleo aquí", señala Marc Randriatsialainony, que trabaja en Grado con la húngara Julia Olatz

Marc Randriatsialainony y Julia Olatz, en el Parque de Arriba de Grado. SARA ARIAS

"Voy por la calle y me saludan, y a lo mejor yo no sé ni su nombre, pero aquí todos se conocen". La húngara Julia Olatz es, junto con el francés Marc Randriatsialainony, voluntaria del programa "Erasmus +" en Grado. Ambos llevan desde el pasado mes de noviembre viviendo y colaborando en diferentes actividades, y ya se han ganado el cariño y aprecio de los moscones. Aseguran disfrutar mucho la experiencia y están muy contentos de vivir en la villa moscona, precisamente por la cercanía de la gente. "Nos acogieron increíble desde el principio, la gente es lo mejor", añade Randriatsialainony.

Tanto que el joven, licenciado en Económicas, baraja la posibilidad de quedarse a vivir en Grado o, al menos en Asturias. "Aún queda mucho tiempo, pero ya estoy pensando qué hacer; tengo varias opciones y me gustaría buscar trabajo aquí. Quiero desarrollar mi carrera en el fútbol, así que pediré trabajo al Real Oviedo o al Real Sporting", comenta.

También la húngara Olatz disfruta mucho de su estancia, ya que vivir en Grado le permite practicar una de sus pasiones, la montaña. "Allí no tenemos montañas tan altas como aquí", matiza. Además, colabora con el módulo de Formación Profesional de Actividades Físico-deportivas en el Medio Natural, con quienes ha ido a Somiedo a hacer una raquetada que la dejó alucinada: "Es muy muy bonito, nada que ver con lo que había visto hasta ahora".

Los jóvenes están realizando voluntariado mediante el apoyo de las clases de inglés y francés en los centros escolares e institutos del concejo, y también imparten clases de conversación en ambos idiomas e italiano, abiertas a todos los moscones. En las clases con los escolares moscones se han sorprendido con la alta participación que observa entre los más pequeños y los de Bachiller, "y sin embargo, los que quedan en medio están más al margen", detalla Randriatsialainony. Para Oltaz ha sido todo un descubrimiento trabajar con niños, y puede que se convierta en una de las salidas laborales de su futuro.

Asimismo, participan todos los fines de semana en los programas "Pequejuegos" y "Entamando" del Centro Juvenil "La Panera", donde son muy queridos por los niños y adolescentes que participan. Y, a partir de marzo, se encargarán de realizar la recepción de los peregrinos del Camino de Santiago del albergue municipal. Un reto que les ilusiona mucho. "Los peregrinos vienen de todas partes del mundo, hay muchas nacionalidades y creo que habrá muchas historias", opina Olatz.

Además de trabajar, los jóvenes disfrutan de su estancia. Olatz con paseos por los alrededores de Grado y Randriatsialainony con clases de piano y deporte en las piscinas municipales. También se impregnan de la cultura regional, son amantes de la sidra y la gastronomía, aunque en casa no se atreven con las especialidades culinarias y prefieren dejarlo a los expertos. "Me gustaría aprender a cocinar platos de aquí, pero de momento, cuando tengo tiempo, hago quiche (plato francés)", comenta el joven.

Los voluntarios Erasmus observan a los moscones como personas acogedoras, amables y agradables, y eso es uno de los valores que más les gustan de Grado. Además, la experiencia está siendo inolvidable para ambos y los dos han sacado una lección, aunque aún les quedan muchos meses de voluntariado en Grado. "Creo que lo mejor del Erasmus + es compartir y dar tu tiempo a otros", dice Randriatsialainony. Para Oltaz, vivir en un ambiente distinto y saber adaptarse han sido sus aprendizajes. Aún quedan meses en Grado para seguir siendo, cada vez, más moscones.

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