Por unos cien euros se puede adquirir un kit completo para elaborar cerveza artesana en casa: dos cubos de plástico, una chapadora, densímetro, termómetro, estracto de malta y lúpulo. Las claves las dio ayer Jesús Díaz Castaño en un taller en el festival de la bebida que se celebra hasta hoy en la plaza cubierta de Pola de Siero. Este cervecero de origen parragués se aficionó por casualidad y hoy tiene una pequeña fábrica, Alkimia.

Agua, malta y lúpulo son los principales ingredientes. La preparación comienza mezclando el agua con las maltas en una infusión para obtener mosto y azúcares, que serán el alimento de las levaduras. Se calienta a unos 65 grados centígrados durante hora u hora y media en una cazuela grande. Una vez listo, el mosto se filtra, para separar el grano, se le añade más agua y se echa en una cuba de cocción.

Entonces llega el momento de añadir el lúpulo, porque si se hace al principio dará demasiado amargor. Aporta sabores y aromas, explica Jesús Díaz. Ha de cocer otra hora o hora y media. Una vez preparado, "enfriamos muy rápido" hasta los -30 grados, apunta a la par que recomienda llevar una gran limpieza en el proceso de elaboración. Se añade levadura y empieza a fermentar, durante siete o diez días, y se embotella. "El proceso es muy fácil, pero hacer una buena cerveza es muy difícil", indica.

El público aún tiene hoy para elegir en la Pola hasta de 60 grifos diferentes para degustar las mejores cervezas artesanas.