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Celso Peyroux: "El corresponsal de prensa es una figura amada y temida"

El periodista y cronista oficial de Teverga cumple su 50.º aniversario en la profesión, "una licenciatura en sociología"

Peyroux, entrevistando a Antonio Machín, en Teverga, en 1974.

"Teverga, los vigías de Fresnedo gran motivo turístico" fue el titular de la primera información que elaboró Celso Peyroux en mayo de 1968 para LA NUEVA ESPAÑA. Un reportaje al que le siguieron más de 15.000 trabajos en los últimos cincuenta años en la comarca del Camín Real de la Mesa y los Valles del Trubia. El periodista y cronista oficial de Teverga cumple sus bodas de oro como corresponsal de prensa o, como a él le gusta decir, periodista rural, cinco décadas que han sido "una verdadera licenciatura en sociología y en un amplio abanico de diferentes materias que la universidad de la vida puso a mi disposición".

Peyroux dice que tuvo desde niño el don de la palabra oral y escrita, pero no fue hasta mayo de 1968 cuando supo que sería periodista. Tras la información enviada sobre las pinturas de Fresnedo, comenzó a ser el corresponsal de Teverga. Poco a poco comenzó a hacer notas y reportajes, que amplió a los concejos limítrofes. Por ese tiempo ya comenzó a firmar como Celso Peyroux, ya que Celso García eran unos grandes almacenes de Madrid. "Yo era muy rebelde y lo sigo siendo, así que escogí el nombre del primer pueblo donde viví en Francia durante mis estudios universitarios", comenta. Hoy, hasta sus hijos le llaman Peyroux.

En estas cinco décadas, Peyroux recuerda con pesar momentos duros como el accidente en la mina "Mariquita", donde perecieron seis mineros por una explosión de grisú; el cierre de la carbonera Hullasa -"un golpe mortal para Teverga y su comarca con la pérdida de 300 puestos de trabajo"-; y el éxodo rural posterior. Sin embargo, "lo más trascendental fue haber conocido a decenas de personas que me transmitieron sus vivencias y circunstancias que hoy tenemos como muy pocos concejos en la hemeroteca del Centro de Documentación y Estudios Literarios y Sociales de Teverga".

Y es que para Peyroux el principal valor de estos cincuenta años se lo dan sus lectores y los protagonistas de sus trabajos, la gente. Frente al poder político y económico, independencia y fuerza para mantenerse firme en la verdad, aunque no guste. "El corresponsal de prensa era y es una figura amada y temida pero no es el cuarto poder, aunque mucha gente sabe que un periodista honrado va a estar encima de la noticia y que puede tener repercusión". Así fue cómo se consiguió, con decenas de artículos, conectar por carretera el valle de Saliencia (Somiedo): "Claudicaron", afirma.

Son cincuenta años en los que ha vivido la intensa transformación de los medios de comunicación. Del analógico a lo digital. Comenzó escribiendo a mano para después pasar a la máquina de escribir, una Olivetti Pluma 22, y una cámara Kodak de 300 pesetas, cuyos carretes enviaba por autobús o en cualquier viaje a Oviedo a la redacción de Calvo Sotelo, donde el fotoperiodista José Vélez revelaba mientras que algún compañero de redacción transcribía los artículos de Peyroux. "El periodismo ha dado un cambio sustancial en prácticamente todo, a veces tenía que esperar dos días para mandar la información o en algún taxi si eran noticias trascendentales, ahora desde Nueva York en segundos recorre 8.000 kilómetros de mar".

Son muchos los reportajes y anécdotas que guarda el periodista tevergano en su memoria. Y es que cinco décadas de profesión dan para mucho. Por eso el próximo 3 de mayo, en el Club Prensa asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, celebrará su 50.º aniversario con la proyección de 250 diapositivas con textos e imágenes.

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