El escritor llanerense Secundino Hevia Rodríguez, "Cuno Corquera", nació un 3 de marzo de 1918 en Ables, y cien años más tarde su legado sigue vivo en el concejo. Él será el protagonista de la exposición que acogerá entre el 2 y el 11 de mayo la casa de cultura de Posada, dentro de la Selmana de les lletres asturianes.

Titulada "Cuno Corquera nel so centenariu", la muestra expondrá imágenes y textos relacionados con la vida y obra del poeta, y también varios textos escritos por él, algunos de ellos inéditos hasta la fecha.

Es el último de los muchos reconocimientos que Corquera ha tenido en su tierra. Porque Llanera se ha empeñado siempre en preservar su memoria, y de hecho el parque principal de Posada lleva su nombre.

Otro hito en el reconocimiento de Llanera al autor fue la adopción como himno oficial del concejo el "Cánticu a Llanera". Se trata de una obra realizada por iniciativa del director de la Coral Polifónica de Llanera en 1992, Luis G. Santana. La canción fue compuesta por el compositor Fernando Menéndez Viejo sobre un texto de Cuno Corcuera en el que se ensalzan las bondades del municipio. Se estrenó, precisamente, en la Selmana de les Lletres Asturianes de mayo de 1993, en el espacio escénico de la Plaza de la Habana. La Corporación lo convirtió en himno oficial del municipio en marzo de 2009.

El mismo año del estreno del "Cánticu a Llanera", 1993, el Ayuntamiento de Llanera sacó el libro "Cuno Corquera. Cuentos, cuentiquinos y poemes", editado por Esther Prieto, que se encargó además de escribir la introducción. La publicación reunía por primera vez los textos de Cuno Corquera, cinco relatos en prosa y su obra en verso dividida en "cuentiquinos" los versos de corte más narrativo, y "poemes", el resto. Además, incluyó la partitura del Cánticu.

La editora destaca en estas obras "la hegemonía de lo popular sobre lo culto, de lo oral sobre lo escrito", y "aunque sea esta literatura escrita, está llena de formas y recursos de la narratividad oral; es, en fin, una obra que entronca con la tradición asturiana y está escrita al modo popular".

Cuno Corquera fue el penúltimo de siete hermanos de una familia obrera. Estudió tan solo hasta los catorce años, y su juventud estuvo marcada por la Guerra Civil, en la que participó y donde perdió a su padre.

Desde el fin de la contienda hasta 1974 trabajaría en la Unión Española de Explosivos, en Cayés, hasta que se retiró por enfermedad.

De formación autodidacta, su vocación fue la enseñanza, pero las circunstancias no le permitieron dedicarse a ello. Sí leyó y se cultivó a lo largo de su vida.

Fundó, además, dos grupos de teatro con los que representaba obras de autores en asturiano, como Pachín de Melás o Ánxelu, y conoció a otros escritores. A partir de entonces, comenzó a escribir sus propios textos en lengua asturiana.

También fue corresponsal de la revista "El Progreso de Asturias" editada en La Habana por el Club Llanera, hasta su desaparición en 1959. Cuno Corquera murió en septiembre de 2002, y fue al año siguiente cuando la Corporación decidió hacerle el reconocimiento póstumo al dar su nombre al parque recién remodelado.