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Las investigaciones reportaron 6,5 millones al centro mierense

Identificación forense, procesado de imágenes médicas y consumo eléctrico eficiente son algunos de sus proyectos

El investigador Sergio Damas, durante la presentación del proyecto de identificación forense. FERNANDO GEIJO

La trayectoria investigadora del Centro Europeo de Soft Computing a lo largo esta última década ha estado plagada de proyectos que han tocado distintas áreas, como la industria, la medicina o la energía, dando cuenta de las diversas aplicaciones que tiene la lógica difusa. En lo material, este trabajo ha reportado al centro algo más de 6,5 millones de euros. Unos fondos que, aunque importantes, parecen no haber sido suficientes para garantizar la supervivencia del proyecto. Eso sin tener en cuenta que, en la actualidad, tienen activos cuatro proyectos, tres terminarán cuando finalice el año, pero el cuarto esta fijado hasta 2017.

Sólo en proyectos europeos, el centro de Soft Computing ha conseguido participar en una decena de ellos que han reportado dos millones para el centro. Uno de los más destacados fue el de identificación forense, una iniciativa enmarcada en un proyecto europeo de más de un millón de euros, de los que llegaron casi 400.000 al centro de Mieres. No se quedó ahí, también se consiguieron fondos nacionales de hasta 300.000 euros para finalmente patentar un software específico y comercializarlo. Otro de los primeros proyectos que se llevaron a cabo fue el de procesado de imágenes médicas, iniciativa que globalmente movió 3,5 millones de euros, de los que 700.000 fueron a parar a Mieres. También se sacó adelante una iniciativa relacionada con la mejora de producción de una fábrica de madera. Se trataba de mejorar la resistencia de los paneles, minimizar el uso de material tóxico y optimizar la producción. En este caso, el centro de Soft Computing no ejercía de coordinador, sino una empresa italiana. Aún así, recibió 400.000 de los cuatro millones de euros globales que tenía la iniciativa. Relacionado con la energía estaba el proyecto "Natconsumers" para incentivar el consumo eléctrico y eficiente. En total, el proyecto está valorado en dos millones de euros, de los que Mieres se hizo con 200.000 euros. Este último está activo y su fecha de finalización se fija en 2017.

Otra de las líneas de trabajo del Centro Europeo de Soft Computing son los contratos con empresas. A lo largo de la última década, el centro ha firmado unos treinta contratos por valor de casi 2,5 millones de euros. De temática variopinta, estos trabajos se relacionaban con aspectos como la optimización de la producción y el análisis de datos. Entre ellos, uno de los más destacados es el que cerraron con EDP, que trataba de reproducir el funcionamiento de la producción de diferentes parques eólicos y, a partir de esos datos, realizar una estimación de la demanda de consumo eléctrico, consiguiendo importante mejoras. Otro de los contratos estaba enfocado a una cadena de producción en la que se montaba un motor de coche. También se firmó un contrato con la denominación de origen Gamonéu para el control de calidad.

El centro europeo de Soft Computing también participó en proyectos individuales dentro de diversas convocatorias regionales, nacionales y europeas. Sólo en las nacionales, el centro llevó a cabo 16 iniciativas sumando alrededor de 2 millones de euros.

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