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Langreo amortigua la caída y ronda los 42.000 residentes

La caída demográfica es un virus que está debilitando a toda la región en general, pero el caso de Mieres merece en estudio "epidemiológico" especial. Y es que el concejo no soporta las comparaciones. Hace quinces años, cuando Mieres aún coqueteaba con el estatus de ayuntamiento de primera categoría y se aferraba a la barrera de los 50.000 habitantes, Langreo, no pasaba de los 45.000. Tenías cinco mil vecinos menos, pero en el tiempo en que Mieres ha perdido 10.000, Langreo se ha sostenido con un retroceso muy moderado, permaneciendo aún sobre la barrera de los 42.000.

Si Mieres sale muy mal parado al lado de Langreo, a la hora de medirse con el otro municipio asturiano de similar tamaño el balance es aún peor. Siero ha ganado 5.000 vecinos en los últimos tres lustros. De hecho, en número de habitantes, con 52.000, ya está muy lejos.

El tullido crecimiento vegetativo de Mieres viene a confirmar lo que otros indicadores ya habían advertido la tendencia. El peso demográfico del municipio sufre un importante desequilibrio. Los geógrafos reconocen que el ritmo de despoblamiento es "alarmante", incluso hablan de una tendencia "escalofriante". Los expertos consultados por este diario, además, no atisban un antídoto que permita prever un cambio de tendencia. A estas alturas remarcan que únicamente un "improbable" ciclo de eclosión económica, prolongado durante varios años, podría revertir la situación con la ayuda de la inmigración. Y es que Mieres, además, se está convirtiendo en una ciudad sin jóvenes. El concejo tenía en 2013 censados a 419 bebés menores de dos años. Los mayores de 80 eran casi 4.300.

Mieres es el concejo de las Cuencas que más descarnadamente está sufriendo la caída de población, pero no es el único. Ahora bien, las estadísticas dicen que la comarca del Nalón capea el temporal mejor de lo que lo hacen los concejos del Caudal.

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