El nuevo recinto de la Carisa, documentado a la Consejería de Cultura, Educación y Deportes por la arqueóloga Esperanza Martín, comparte ciertas similitudes con los restos romanos que se han investigado hasta el momento en el enclave: los campamentos de Curriel.los y L.lagüezos. Así consta en el informe remitido por Martín a los responsables regionales. En el escrito, la arqueóloga también marca las líneas de actuación que tendrán que seguir a partir de ahora para datar correctamente el enclave. El plan de actuación es muy completo e incluye la elaboración de sondeos y detección metálica.
El nuevo hallazgo está próximo a la zona de Carraceo, a poca distancia del campamento romano de Curriel.los. Este yacimiento es el mayor envergadura entre todos los restos investigados hasta el momento. Salió a la luz en 2006, en una investigación encabezada por Jorge Camino, Rogelio Estrada y Yolanda Viniegra y financiada a través de un mecenazgo de Cajastur.
Curriel.los fue ampliado hasta en cinco ocasiones y, según los expertos, pudo albergar hasta a cinco mil legionarios. De menor envergadura es el recinto de L.lagüezos, entre los municipios de Lena y Villamanín (León). Este recinto fue la primera construcción romana en el territorio que ocupa actualmente Asturias. Fue un punto clave para la romanización de la región y pudo servir como apoyo para la estrategia bélica en la zona, que tenía su mayor pilar en Curriel.los.
Es pronto para saber con exactitud qué papel jugó el nuevo recinto que acaba de documentar Esperanza Martín y cuyos primeros datos ya están en manos de la Consejería de Cultura. A primera vista parece un punto de control de posible cronología romana. La profesional explica en el informe remitido al Principado que "se percibe el relieve de una forma irregular tendente a una semiesfera". "Aparentemente está conformada por un sistema similar a los presentes en los campamentos de Curriel.los y L.lagüezos", añade en el escrito. Los campamentos investigados hasta el momento estaban rodeados por un sistema defensivo denominado "agger", formado por un terraplén y un foso.
Los datos para relacionar este nuevo yacimiento con los campamentos que ya se han investigado son aún muy escasos, pero la ubicación también da pistas a la arqueóloga Esperanza Martín. En este sentido, destaca que "dada su posición geográfica, a seis metros en línea de aire con el asentamiento romano de Curriel.los y en la misma línea viaria del cordal de la Vía Carisa coincidente con la posición primaria de los otros campamentos de la Cordillera, se propone su naturaleza castramental como hipótesis de partida".
Es una teoría que tendrá que ser confirmada con una investigación rigurosa. La arqueóloga propone a la Consejería de Cultura un estudio completo con diferentes líneas de actuación. Así, el informe preliminar apunta a la ejecución de prospecciones en el lugar, detección metálica y análisis LiDAR (teledetección por coordenadas). También la realización de sondeos arqueológicos. Estas labores serían solo un punto de partida para una investigación más pormenorizada, tendente a relacionar este nuevo hallazgo con los dos yacimientos romanos que ya se han documentado.
Los arqueólogos son cautos porque la cercanía entre yacimientos no siempre indica su contemporaneidad. Justo enfrente de Curriel.los, en Homón de Faro, aparecieron en el año 2006 los restos de una fortificación. En un primer momento, los expertos consideraron que se trataba de un poblado astur que se había visto asolado tras la entrada de los legionarios desde la Meseta. Las pruebas de Carbono 14 demostraron que el yacimiento era posterior. Concretamente, del siglo VIII después de Cristo. Los expertos relacionan este hallazgo con un poblado astur-visigodo que se defendió de la invasión árabe encabezada por el general Muza. Las murallas que los resguardaban ardieron sin batalla previa, señal de un pacto entre los pueblos.
