El programa Life+ Urogallo Cantábrico, que tiene una de sus principales iniciativas en el centro de cría en cautividad de Sobrescobio, radiomarcó, a finales del año pasado, a cinco ejemplares, dos en Asturias y tres en León. El objetivo de este marcaje fue el de "revelar información de interés" sobre la especie. También se planteaba la posibilidad de retirar alguna puesta de huevos, como cuando se inició el proceso de cría en cautividad, pero esta opción no se acabó llevando a cabo. Lo que sí se ha hecho ha sido adaptar, a las características de la especie, 450 hectáreas de terreno entre Asturias, León y Cantabria.
El comité de gestión del programa Life+, coordinado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se reunió hace unos días para determinar cómo está discurriendo el proyecto. Una de las acciones que quisieron destacar los responsables del plan es la mejora de los territorios habitados por el urogallo. "Se ha actuado en 450 hectáreas, en las que se han llevado a cabo desbroces selectivos y manuales en áreas de matorral, y se ha potenciado la creación de una estructura del hábitat para contribuir al crecimiento de las arandaneras y otras especies claves" para la ave. Además, "se han señalizado 57 kilómetros de vallados ganaderos" que podrían resultar peligrosos para los urogallos.
Uno de los objetivos del plan es recabar datos sobre la vida del ave. Con este fin, se colocaron dispositivos de radiomarcaje a cinco ejemplares durante el segundo semestre de 2015. Dos fueron en Asturias, en el parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Otros tres, en León, en el Alto Sil. El seguimiento remoto reveló "información de interés" sobre el comportamiento del ave. Durante las primeras semanas, los dos ejemplares asturianos acabaron moviéndose hasta el Alto Sil. Los tres individuos leoneses, sin embargo, no se movieron en exceso del entorno del cantadero donde fueron capturados para ser marcados. A finales de diciembre, eso sí, se encontró el emisor de la hembra asturiana junto con algunas plumas, de lo que se desprende "que ha fallecido y que la causa más probable de la muerte fue la predación".
Último año
El proyecto, que entra en su último año de funcionamiento, pretende en estos meses "reforzar la conservación del hábitat, reducir amenazas", así como seguir con el programa de cría en cautividad para de esta forma "reforzar la población" en libertad.
Los responsables de este programa han defendido en diversas ocasiones la idoneidad de las medidas que se están llevando a cabo. Sin embargo, también hay biólogos y conservacionistas que no lo ven de la misma manera. En todo caso, el objetivo de todos ellos es preservar una especie que lleva décadas en un constante declive.
