Las vísperas de la temporada de baños llegan invariablemente a Riaño año tras año precedidas de una buena dosis de incertidumbre. Las piscinas del distrito langreano abrieron hace dos veranos con retraso y el pasado a tiempo, pero en precario y después de muchas dudas, que este año aún no están subsanadas. Los problemas de filtraciones en los vasos que quedaron sin resolver antes de la apertura de la pasada campaña tendrán que ser arregladas a contrarreloj en las próximas semanas para que las piscinas puedan abrir. La obra adjudicada por el Ayuntamiento de Langreo a la empresa Copcisa tiene un plazo de ejecución de cinco semanas.
La firma del convenio de cesión temporal con el Principado marcó la demora en la reapertura de las piscinas de Riaño en 2014. Fue el primer verano en el que los bañistas pudieron disfrutar de nuevo de las instalaciones tras cuatro cerradas. El equipamiento, que es propiedad del Principado, no presta servicio desde octubre de 2010, cuando fracasó el intentó de cederlas al Ayuntamiento junto con el complejo de Pénjamo, que no abrió desde entonces. El convenio acordado por las dos administraciones fue rechazado por los partidos de la oposición municipal ya que quedaba en el aire el futuro de los trabajadores de las dos instalaciones deportivas, que finalmente fueron despedidos.
En esa primera temporada, en 2014, la Consejería de Cultura ejecutó obras de reparación de las piscinas por importe de 165.588 euros. El cartel instalado antes de iniciar los trabajos aún permanece en pie en el recinto, dos años después, quizás para recordar a los bañistas la reparación efectuada en unas instalaciones que, tras su cierre, se fueron deteriorando y padecieron ataques vandálicos. A finales de julio de 2014 la corporación municipal aprobaba la cesión temporal de las piscinas y el consejo de gobierno dio luz verde al documento. El 1 de agosto los bañistas se dieron el primer chapuzón a pesar de que la climatología no acompañó.
Un año después, se adelantó la apertura al 1 de julio. Tras una primera campaña en la que los bañistas tuvieron la entrada gratuita, comenzaron a pagar. Aunque ya habían detectado unos problemas, las filtraciones en los vasos, que fueron a más y que impedían la puesta en funcionamiento de las instalaciones este verano si no se abordaba su reparación.
Pero surgieron de nuevo las diferencias entre las administraciones regional y local dado que el equipamiento sigue siendo propiedad del Principado y la gestión es municipal. El Ayuntamiento de Langreo, gobernado por IU y Somos, reclamó al Gobierno regional, del PSOE, que se hiciese cargo de la actuación. Tras esperar una respuesta del Gobierno regional y en el límite de tiempo para permitir que las piscinas puedan abrir esta temporada estival, la corporación dio luz verde a adelantar 240.000 euros para afrontar la reparación de los vasos.
Una vez aprobada esa cuantía, el Principado anunció su intención de firmar un convenio de cesión definitiva del complejo deportivo, un acuerdo que ya había sido alcanzado en el anterior mandato. Aunque la inversión estaba prevista para los años 2015 y 2016 finalmente el dinero no llegó. Hace dos meses el Gobierno regional se comprometió a aportar 200.000 euros este año y 400.000 euros el próximo para abordar las reparaciones necesarias, que se extenderían a todo el complejo deportivo.
El convenio de cesión definitiva no se ha firmado aún ni se han completado los trámites necesarios. El alcalde, Jesús Sánchez, reclamó la pasada semana "agilidad" para suscribir el documento. Un convenio del que se ha hablado en numerosas ocasiones en los últimos años y que tuvo incluso un borrador. Pero no pasó de ahí. No se estamparon las firmas.
