La hostelería de Mieres se ha convertido en ejemplo de responsabilidad. Una docena de bares lucen desde ayer un distintivo que los acredita como establecimientos involucrados en la tarea de fomentar un consumo responsable de alcohol y prevenir las drogodependencias. Sólo en Mieres se pueden ver estas placas, ya que los doce bares han superado un programa de formación pionero en Asturias. "Hay que felicitar a la hostelería mierense porque está dando ejemplo de responsabilidad al participar en una iniciativa que hasta ahora no se había desarrollado en esta región", destacó Juan Barcala, responsable de la ONG Controla Club, que coordina el programa.
Controla Club había trabajado previamente con un veintena de ayuntamientos españoles. Mieres es el primer municipio asturiano que ha requerido sus servicios. "El objetivo es aportar una guía para mejorar el funcionamiento de los locales y contribuir a la promoción de un entretenimiento responsable, seguro, saludable y de calidad", explicó Barcala. Los doce establecimientos que han superado el programa recibieron ayer en el Ayuntamiento sus distintivos. Se trata de El Rinconín, La Violeta, La Solana, Santa Bárbara, La Consistorial, Ca Pelayo, El Rincón del Vino, La Pista, Sinatra, Mac, La Carbonera y Vatur. Además, una veintena de jóvenes camareros han participado en los cursos, avalados por el Plan Nacional sobre Drogas y por la Federación Española de Hostelería.
Los hosteleros han recibido formación sobre cómo actuar cuando el exceso de alcohol y las drogas se convierten en un problema dentro de un establecimiento. Algunas de las pautas a seguir son recomendar a los clientes el uso responsable de los vehículos y facilitar, cuando sea posible, una prueba de alcoholemia. Además, el personal del local no debe permitir el consumo de drogas, controlando las zonas del bar donde pueda producirse la venta o el consumo de este tipo de sustancias ilegales. Reaccionar de manera rápida y adecuada ante las intoxicaciones provocadas por el abuso de alcohol y el consumo de drogas, y prestar especial atención a que los menores de edad no consuman ningún tipo de bebidas alcohólicas son otras de las claves planteadas.
"Toda ayuda es buena en ciertas situaciones, aunque al final muchas veces no te queda otra salida que avisar a la Policía", explicó Pilar Martínez, de la sidrería El Rinconín. "La experiencia y el sentido común son vitales a la hora de enfrentarse a los problemas que surgen habitualmente", apostilló Nicanor González, de La Carbonera.
