La comarca del Caudal vivió una oleada de robos en la noche del lunes al martes. Los cacos, además de entrar en el colegio de Santullano y en el campo de fútbol del Lenense, como había publicado LA NUEVA ESPAÑA, también se pasaron por el pueblo de Pirindiello (Lena) y el campo de fútbol de Turón. Los hechos se han puesto en conocimiento de la Guardia Civil, con sus correspondientes denuncias. Aún se desconoce si los autores de estos robos guardan alguna relación, algo que se resolverá cuando concluya la pertinente investigación.

Los ladrones se llevaron todo el cableado de la instalación eléctrica del campo de fútbol José Manuel Fernández Felgueroso, donde entrena en Club Deportivo Turón y el Figaredo. Los gestores del campo no se dieron cuenta del robo hasta la noche del martes, cuando intentaron encender las luces para continuar con el entrenamiento. Allí estaba el teniente de alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez. "Creíamos que era una avería, porque no se encendían las luces, pero después ya vimos que se habían llevado todos los cables desde una arqueta", explicó. Tras interponer la correspondiente denuncia, el Ayuntamiento de Mieres está ahora en contacto con los clubes para solventar el problema.

La "avería" podría suponer un desembolso de unos 6.000 euros, como explicó ayer el presidente del Figaredo, Juan Carlos Álvarez, un coste mucho más alto que el del cable que se llevaron los cacos. Manuel Ángel Álvarez censuró el robo, "sobre todo porque estos campos hacen mucho servicio de escuela de fútbol, y es como si robasen en un colegio". No es la primera vez que se produce un robo de estas características en el concejo de Mieres, ya ocurrió algo parecido a finales del pasado año en el campo Mundial 82, así como en Ujo.

Los campos de fútbol no fueron el único objetivo de los ladrones en la noche del lunes al martes, también viviendas. Los cacos entraron en varias casas ubicadas en la localidad lenense de Pirindiello, en el entorno de la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena. El alcalde de Lena, Ramón Argüelles, que estaba al tanto de lo ocurrido, explicó que "colaboraremos en todo lo posible con las fuerzas de seguridad para coger a los ladrones". A estos robos se suman el campo de fútbol del Lenense y el colegio de Santullano, cerrado desde 2012, que fue desvalijado. El inmueble ha sufrido actos vandálicos y robos durante los últimos años pero, tras un último "ataque", ha quedado completamente vacío y con daños en la estructura. La asociación de vecinos de Santullano reclamó a la Administración regional que remedie esta situación "de inmediato".

En el caso del campo del Lenense, era el cuarto robo que sufría. Los cacos no encontraron ningún botín, pero sí causaron importantes daños materiales. Una de las ventanas que comunica con el pasillo de la caseta del campo fue destrozada, la puerta de las oficinas del club forzada y una de las cajas registradoras de la entidad destrozada.