El Ayuntamiento de Langreo busca la fórmula que permita que las campanas del reloj de la Casa Consistorial vuelvan a sonar. El sonido fue suprimido semanas atrás por una queja vecinal, debido al exceso de ruido que ocasionaba. "Lo que pretendemos es poner algún tipo de goma o elemento similar en los martillos de la campaña para atenuar el sonido", explicó el regidor de Langreo que, en cualquier caso, expuso que las campanadas de Nochevieja no peligran: "En ese caso estamos hablando de una jornada especial y no tendría que haber problema para que las campanas funcionaran todo el día".

Mientras tanto, los esfuerzos del gobierno local y de Juan Jesús Pérez, relojero de La Felguera que se ocupa del cuidado de la máquina desde hace dos años, se centran en encontrar la solución para rebajar la intensidad del sonido. "Cuando llegó la queja vecinal encargamos un informe técnico y comprobamos que se rebasaban el límite de ruido, así que por ese lado no hay nada que decir. De lo que se trata ahora es de buscar un método que concilie el derecho de los vecinos que se sienten afectados por el ruido y el de los que entienden que las campanadas del reloj del Ayuntamiento son una tradición que merece la pena mantener", esgrimió el Alcalde.

El reloj del Consistorio langreano es una máquina de unos cien años, de procedencia suiza o alemana, que cuenta con un complejo mecanismo en el que cualquier modificación altera su funcionamiento. La eliminación del sonido cambió el mecanismo de pesas y poleas y provocó que atrasara, hasta que fue ajustado. "No se trata de un reloj electrónico, en el que se pueda quitar el sonido a voluntad, por ejemplo durante la noche. El funcionamiento es complicado y lo que queremos es atenuar el sonido para no rebasar el límite de decibelios", aseguró Sánchez.

El cronógrafo del Ayuntamiento fue reparado hace unos meses. Dentro de las mejoras acometidas por el Ayuntamiento se limpió toda la estructura y se acondicionó en profundidad el habitáculo. La previsión pasa por poner unas puertas acristaladas para que los vecinos que estén interesados y las personas especializadas en la materia puedan visitarlo. Como parte de las tareas se cambió la madera de la techumbre, se pintó la habitación y se colocó un pasamanos en la escalera de acceso a la zona donde está el reloj.