¿Qué puede hacer un guitarrista para componer música con un piano si no tiene especial destreza para tocarlo? José Javier Castellanos, músico y profesor del centro de FP de Imagen y Sonido de Langreo se hizo la misma pregunta hace dos años. La respuesta fue sencilla: construirse un piano con forma de guitarra y cuerdas pulsadas en lugar de teclas para obtener los sonidos que buscaba. El invento que surgió fue la "guitarp", un controlador electrónico conectado a un sintetizador y montado con la forma de un bajo sobre madera de teca, con el mástil recortado.
"La diferencia principal con otros controladores electrónicos es que el resto suelen ser teclados. Por otro lado, a diferencia de las guitarras midi, este instrumento utiliza 16 cuerdas en lugar de 6, con lo que se pueden obtener armonías completas y una escala mucho más amplia", explica Castellanos, para añadir a continuación: "Conectándolo al sintetizador, se puede emular el sonido de una guitarra, un piano, un arpa o cualquier otro instrumento. Además, permite combinar dos instrumentos a la vez o tener una base, por ejemplo, de una sección de viento, lo que es muy útil a la hora de componer". En el mástil hay botones para obtener las escalas mayores, menores y de séptima. "Es cómodo porque se puede manejar con un solo dedo, al contrario de los que pasa con las cuerdas de la guitarra".
"Mi problema", esgrime Castellanos, que toca en el grupo "Extrago", "es que necesitaba el piano para componer, pero, aunque lo intenté y estuve estudiando para tocar ese instrumento, no podía adaptarme". Este músico buscó en internet una solución. Al no encontrarla, decidió construirse su propio instrumento. "Contacté con un ingeniero electrónico inglés, Jason Hotchkiss, que hizo la placa para "traducir" los sonidos del controlador y colaboró en el diseño del circuito electrónico interno. "El desarrollo llevó unos dos años, pero lo que fue la construcción me llevó unos tres meses. Ahora tengo que tocar con una púa conectada a un cable que cierra el circuito, pero mi idea es hacer un nuevo controlador que me permita tocar directamente con los dedos y ponerle un mástil más alargado, para que se parezca más a una guitarra".
Castellanos no tiene previsto comercializar su ingenio, aunque ya ha recibido alguna oferta de sus alumnos. "Me han pedido comprarlo o que les fabrique uno igual, pero no me van a convencer", explica este docente con humor, para añadir: "Les llama mucho la atención y creo que es bueno que vean que, con materiales que tienen a mano, pueden fabricar sus propios instrumentos. Tengo una guitarra hecha con una lata de aceite y un mástil de una guitarra vieja que también les gusta mucho".
Castellanos ya diseñó, en colaboración con otros dos docentes de Cataluña y Galicia, un simulador de una mesa de mezclas de sonido en directo que permite al estudiante practicar en un entorno virtual. Se trata del primer emulador que existe en España orientado de forma exclusiva a la formación.
