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La firma rindió homenaje a los primeros trabajadores de Baíña

La plantilla original tuvo que acudir hasta Hamburgo para recibir un intenso curso de formación antes de iniciar su labor

Ramón Ovies, uno de los primeros empleados de Thyssenkrupp Norte aún en activo. J. R. SILVEIRA

Thyssenkrupp Norte empezó en 1991 con 24 trabajadores, 18 de ellos operarios, que fueron enviados a Hamburgo para recibir un intenso curso de formación. A principios de 1992 la plantilla ya era de 57 personal, de las que 26 siguen aún hoy en la fábrica. Estos "pioneros" recibieron el pasado mes de septiembre un pequeño homenaje. Uno de ellos es Ramón Ovies, que actualmente es jefe de la sección de rodadura. "La empresa no se parece en nada a la de hace veinticinco años. Para empezar las instalaciones han cambiando notablemente, modernizándose y ampliándose. Empezamos 18 personas y ahora somos más de 300", señala este veterano natural de Candás.

Para Thyssen encontrar trabajadores bien cualificados nunca ha sido un problema, a lo sumo, lo fue al principio. "Inicialmente la mayoría de la plantilla no era de las cuencas mineras. Vino mucha gente de Gijón, de La Laboral. El problema es que en las comarcas mineras no había tradición de soldadura y calderería. No había escuelas especializadas, como en Oviedo y Gijón", explican los responsables de la planta. Ahora la formación ya no es un problema. "En general, tanto en la zona como en Asturias, la formación es buena. Técnicamente los jóvenes están preparados. Nosotros lo completamos con cursos en seguridad, en calidad y de idiomas. Buscamos reforzar la parte teórica", destaca el actual director general de Thyssenkrupp Norte. Manuel Antonio Álvarez Fidalgo subraya que la empresa ofrece una media de 30 horas de formación por empleado y año. "Llevamos más de diez años dando formación de alemán, francés e inglés. El terreno de juego está cambiando totalmente".

La dirección considera que el hecho de que 26 trabajadores permanezcan en la planta desde su puesta en marcha es un claro síntoma de que han logrado enraizar con fuerza en el territorio. "Empezamos con muchas ganas, pero 25 años son mucho tiempo. La media de duración en las empresas asturianas está bastante por debajo de esa cifra", señala Ramón Ovies. A su juicio, Thyssen ha logrado algo que muchas otras empresas no consiguieron. "Lo importante es que la fábrica sigue aquí. El resto han ido cerrando". Sobre los que han sido sus compañeros destaca que "muy pocos se han ido a otras empresas". "Los que faltan son en muchos casos por jubilaciones. Hubo bastante identificación con la compañía. En su momento vivimos el auge de Du Pont y de aquí sólo se marcharon dos personas".

La mentalidad empresarial alemana ha calado entre los trabajadores: " Se ha generado un sentimiento de identificación con el territorio, pero lo importante es que aquí no nos quedamos parados. Es una constante evolución".

Thyssen aspira a seguir siendo una alternativa de empleo en Mieres, pero a nivel interno se percibe que los jóvenes no tienen sencillo acceder al mercado laboral: "Al no haber trabajo, el problema es encontrar jóvenes con experiencia. En estos oficios necesitas tener unos conocimientos prácticos ya adquiridos", remarca Álvarez Fidalgo. "Recibimos a alumnos en prácticas. Aquí enseñamos disciplina y método", subraya Ramón Ovies.

El sistema de trabajo en Thyssenkrupp se guía por un continuo flujo de ideas entre trabajadores y mandos.

Los equipos se reúnen diariamente para analizar los procedimientos de seguridad, las entregas y la designación de tareas. Además, a las nueve cada sección dedica un cuarto de horas para analizar los problemas. "Los problemas deben abordarse siempre de uno en uno. Se va más lento, pero a largo plazo es mejor", señala el director general. De nuevo, a las diez de la mañana, los jefes de sección se reúnen con el responsable producción. "Estamos evolucionando hacia un modelo de conocimiento. El entorno ayuda a ser más eficiente y cada operario sabe que su opinión cuenta". La fábrica lleva casi un año sin accidentes laborales: "Nuestra mejor marca rozó los dos años", apunta Álvarez Fidalgo.

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