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Los bajos precios de los pisos de segunda mano tiran del repunte de las ventas en Mieres

El concejo registró entre enero y junio del año pasado 137 transacciones, un 75 por ciento más que durante el primer semestre de 2015

Dos pisos a la venta en el casco urbano de Mieres. J. R. SILVEIRA

La venta de pisos en Mieres se disparó el año pasado tras un largo periodo sin apenas transacciones. Durante el primer semestre de 2016 se contabilizaron en el municipio un total de 137 operaciones inmobiliarias. Esta cifra supone un incremento próximo al 75 por ciento si se toma como referencia la primera mitad del año anterior y según los datos publicados por el Ministerio de Vivienda. Este repunte de las ventas se alcanzó, además, sin que apenas se haya registrado construcción de vivienda nueva. De hecho, más del 95 por ciento de las transacciones corresponden a inmuebles de segunda mano.

De las 137 viviendas que se vendieron en Mieres durante el primer semestre de 2016 tan sólo 6 corresponden a inmuebles de nueva construcción. Es por tanto el mercado de segunda mano el que ha tirado del repunte de la actividad. Las inmobiliarias consultadas por este diario reconocen que "se ha detectado una mejora en cuanto a las operaciones". Ahora bien, matizan que se trata de un repunte vinculado principalmente al descenso de los precios que se ha registrado en inmuebles ya de cierta antigüedad: "Muchas de las compras son de pisos que se ofrecían a precios muy asequibles, llegando incluso a venderse por poco más de treinta mil euros", remarcan los profesionales. Muchos de estas viviendas se localizan en los barrios periféricos del casco urbano, como San Pedro, Santa Marina o incluso Vega de Arriba: "También se empiezan a encontrar pisos bajos de precio en el centro de la ciudad, pero no de manera tan extendida", subrayan las inmobiliarias locales.

Mieres tiene muchas viviendas antiguas. Según el censo inmobiliario local, la mitad de las viviendas que vertebran la oferta residencial de Mieres son anteriores a 1970. Así lo establece el censo de viviendas y población. Siete de cada cien edificaciones fueron construidas en el siglo XIX. Casi una de cada cuatro, concretamente el 23 por ciento, ya estaban levantadas antes de que el siglo XX llegara a su ecuador. Es decir, tienen, como poco, 66 años. Ahora bien, el auge de la construcción en el concejo se localizó entre 1950 y 1970, periodo en el que se crearon 5.032 viviendas, el 27 por ciento de la bolsa actual, que se sitúa rozando la barrera de los 18.500 inmuebles. Y es que durante las citadas décadas en Mieres había mucho trabajo. Fábrica de Mieres y la construcción absorbían la demanda de empleo fuera de las minas. Se levantaron grandes barriadas obreras, como San Pedro y Santa Marina.

Otros factores

Otro factor que puede haber influido en la mejora del sector inmobiliario de Mieres es que los mierenses tuvieron que tributar menos el año pasado al compran un piso de segunda mano o en caso de recibirlo en herencia. La administración regional suavizó la presión fiscal de los impuestos autonómicos sobre los bienes inmuebles y Mieres es el concejo que resultó más beneficiado por esta revisión. Entre los municipios donde se produjo una rebaja están Oviedo, Avilés, Langreo y Siero. Los coeficientes forman parte de un procedimiento de valoración muy controvertido y que en la Comunidad Valenciana ha sido anulado por los tribunales. En el caso de Mieres el coeficiente ha pasado del 1,82 al 1,42. Esto significa que por una vivienda con una valoración catastral de 100.000 euros, la cuota a pagar en el concejo conllevaría un ahorro de 3.200 euros. En el resto de municipios donde se ha aplicado igualmente una rebaja el ahorro no será tan sensible. Por ejemplo, en Langreo, donde el coeficiente pasa de 1,85 a 1,76, el ahorro no llegará a los 750 euros si se toma como referencia en mismo ejemplo que en Mieres.

Hunosa también ha contribuido a dinamizar el sector inmobiliario. Y es que la hullera pública ya ha logrado vender más de 80 viviendas en barriadas mineras desde que hace ya dos años pusiera en marcha un programa para sacar al mercado su potente bolsa inmobiliaria. La compañía, en concreto, puso en marcha en noviembre de 2014 un proceso para enajenar las residencias que estaban vacías o llegar a procedimientos negociados con algunas de las que estaban ocupadas y sus inquilinos querían asumir en propiedad.

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