El grupo de arqueología minera de la asociación Santa Bárbara ha iniciado un nuevo proyecto para avanzar en la recuperación del patrimonio industrial de la comarca. Se trata de las obras de acondicionamiento del "polvorín" del Grupo Espinos, un elemento del año 1934. Es la galería que guardaba la dinamita y los detonadores para todas las explotaciones de este grupo: con minas en nueve niveles de los montes del valle de Turón.

El trabajo comenzó ayer temprano, a pesar de la lluvia y el viento. "Lo primero que vamos a hacer es limpiar todo el entorno", explicó José Luis Soto, miembro del grupo de arqueología minera de la entidad. Así que sierra en mano, empieza a talar por la zona. Otros compañeros se reparten el trabajo de podar con tijeras y recoger los restos de matorral.

La organización es casi perfecta, la experiencia es un grado. Antes de iniciar el acondicionamiento del "polvorín" del Grupo Espinos, el grupo de arqueología minera ha trabajado ya en la recuperación de otros restos patrimoniales. Es el caso del acondicionamiento del cementerio protestante de Mieres, la bocamina de San Víctor y La Rebaldana. "Los trabajos en este nuevo proyecto se alargarán durante las próximas semanas", afirmó Soto.

El proyecto incluye también el acondicionamiento de una parte del interior. El "polvorín" del Grupo Espinos tiene unos catorce metros de galería en línea recta, luego curva a la derecha (en forma de ele) con un desnivel de entre seis y siete metros. Según Soto, "es un lugar de gran interés por la importancia que tuvo en las explotaciones de la época".

El grupo de arqueología Santa Bárbara no cuenta con ninguna ayuda económica para estos trabajos. Sí reciben aportaciones, como material para acometer los trabajos, del Ayuntamiento de Mieres. Además, la dirección general de Patrimonio ayuda con la señalización de los enclaves restaurados. Recogieron las herramientas ya cerca del mediodía y volverán a trabajar hoy: "Recuperar nuestro pasado es una demanda social que queremos atender".