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Las madres jóvenes critican la falta de ayudas públicas

Explica Esteban Fernández Vázquez, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo e investigador de Regiolab, que "tenemos una visión un poco reduccionista del impacto que ha tenido la crisis del sector minero en las Cuencas". "Cuando se pierden empleos en la minería no hablamos sólo de esos empleos de las minas que ya no existen. Todo el tejido económico de las Cuencas se resiente", añade. Matiza que el retraso en la maternidad es un fenómeno generalizado en Asturias, pero la crisis específica del sector de la minería ha agudizado la espera por formar una familia en las comarcas del Nalón y el Caudal. Y a eso se suma, añade, la emigración.

Emigrar no era una opción para Andrea Pérez. Ella tenía su empleo en las Cuencas, una carnicería en la que trabajaba como autónoma. Tras años de relación, decidieron aumentar la familia. "Sí teníamos estabilidad, pero sólo porque estábamos trabajando los dos", afirma. Así que, cuando la niña nació, tuvo que llevársela con ella a la carnicería. "La tenía en un corralito o en el carricoche. Tuve que dejar de darle el pecho, porque no podía parar", explica. Dice que, sin la ayuda de su madre y de la abuela paterna de su hija, ella nunca habría salido adelante: "Les agradeceré siempre todo lo que hicieron, gracias a ellas pude ser mamá", afirma.

La situación se complicó cuando los niños empezaron al colegio. La hija de Andrea Pérez fue a la guardería y una buena parte de su sueldo se iba en pagar la escuela. El hijo de Alexia Campos empezó en Educación Infantil a los tres años: "El precio de los libros era ya de 150 euros, es una exageración". Y todo sin ninguna ayuda económica: "Cuando ellos nacieron, en el año 2012, ni siquiera había el cheque bebé. Lo retiraron", coinciden ambas en su crítica.

¿Volverían a repetir su experiencia? Alexia Campos dice que sí. Aunque ahora, a pesar de que su pareja tiene un empleo, esperará para tener su segundo hijo. Andrea Pérez aclara que "mi hija es lo mejor que me ha pasado en la vida", pero "no podría pasar por lo mismo otra vez, fue muy sacrificado". Piensan que las principales responsables del "envejecimiento" de la maternidad son las administraciones: "No nos ponen nada fácil, pensamos que hay muchas mujeres retrasando la maternidad ahora mismo. Y es más por falta de servicios, que no hay facilidades para conciliar o para la escolarización de los niños, que por falta de recursos económicos".

Más servicios sí pero, sin empleo, sólo serán una tirita para una brecha que necesita sutura. Esteban Fernández señala que las oportunidades laborales son la única solución para mejorar los índices de natalidad y adelantar la edad de la maternidad. "Es un círculo vicioso; si no hay empleo no hay gente, y si no hay gente no hay empleo. Y cuantas menos oportunidades laborales, más tarda en crecer la familia", concluye el experto. Las que más esperan en las Cuencas son las mujeres del Nalón: el 62 por ciento, son madres entre los 30 y los 40 años.

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