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Mieres y su decena de edificios sin uso

El Ayuntamiento está tratando de dar salida a los inmuebles vacíos que tiene repartidos por el concejo, cuyo valor supera los dos millones de euros

La perrera de Polio, que nunca se abrió. FERNANDO GEIJO

El Ayuntamiento de Mieres tiene repartidos por todo el municipio inmuebles sin uso en la actualidad y cuyo valor supera los dos millones de euros. Un patrimonio que el gobierno local está tratando de dar salida a través de diversas iniciativas. Así, hace unos días se conoció la intención de ceder las instalaciones de la Casa Duró a Proyecto Hombre. También parece que tendrán salida las antiguas escuelas de La Salle en Turón, que finalmente acogerán un consultorio médico. En el pasado también se dio salida a las antiguas dependencias de Correos, en la calle Valeriano Miranda, que fueron reconvertidas en un hotel de asociaciones.

El chalé de Figaredo, antigua sede del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet) de la Universidad de Oviedo, es uno de los inmuebles actualmente vacíos. Su valor ronda los 400.000 euros y ya ha habido varias propuestas para darle un uso hostelero al edificio, aunque de momento no hay nada cerrado. El teniente de alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, explicó que "el edificio podría albergar un restaurante, pero la parcela está considerada como zona verde". Actualmente está en tramitación la posibilidad de cambiar esta zona por otra ubicada en el entorno del pabellón deportivo de Ujo que posibilite finalmente la apertura del chalé.

Otros espacios en desuso son la escuela turonesa de La Veguina, valorada en 118.771 euros. En este caso, el inmueble sí ha acogido alguna actividad, aunque el gobierno local de Mieres trabaja actualmente en su desafección como centro educativo con la intención de ofrecérselo a asociaciones y otras entidades.

Peor suerte han corrido el edificio de servicios de la Ciudad del Tenis (210.000 euros) y la perrera de Polio (400.000 euros). Ambas instalaciones están sin estrenar y la última de ellas corre el riesgo incluso de ser derribada por defectos de obra. Pero no son los únicos inmuebles sin estrenar, también están las instalaciones del pozo San José, que fueron reformadas con el compromiso económico del Principado, pero que nunca llegó. El Ayuntamiento les reclama dos millones de euros.

Otro espacio cerrado a cal y canto es el chalé de Numa Gilhou, ubicado en el centro de Mieres. El Ayuntamiento lo adquirió por 180.000 euros con la intención de que albergase el museo de la tonada, una instalación complementaria al Centro de Estudios de la Asturianada "Diamantina Rodríguez", situado en el chalé anexo. Sin embargo, el proyecto nunca llegó a realizarse, ya que además de comprar el inmueble también había que hacerse cargo de una importante reforma interior. Habrá que esperar para ver qué ocurre con él.

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