Los vecinos de Barros degustaron ayer una sabrosa paella como acto principal de la jornada festiva en este distrito langreano. El cocinero José Manuel Suárez sirvió unas 260 raciones de este rico manjar, que ya es un clásico dentro de la programación festiva pozarica. Suárez, que aseguraba ayer que suele realizar unas veinte paellas festivas al año, utilizó para la de Barros unos treinta kilos de arroz, así como gambón, mejillones, costillas, conejo y pollo, entre otros ingredientes que degustaron los vecinos.

Ya por la noche tuvo lugar una nueva sesión de verbena en la carpa de la fiesta. Para hoy, el programa contará también con otro de los actos más multitudinarios, la jira, que comenzará a las seis de la tarde. Tras la romería habrá una refrescante fiesta de la espuma. A partir de las diez y media de la noche llegará la verbena, con las orquestas "Nebrasca" y "Trapecio" y, después, los fuegos artificiales. Mañana se dedicará el día a los niños.