La Dirección General del Catastro acaba de abordar un vasto reconocimiento de toda la red inmobiliaria del concejo de Mieres. A lo largo de todo el mes de septiembre, personal técnico acreditado ha estado supervisando las fachadas de todos los bienes inmuebles del concejo. La cobertura afecta tanto a las construcciones urbanas como rústicas. El objetivo del Catastro es descubrir inmuebles que no tributan por el IBI. La tarea realizada en Mieres contó con potentes medios, con el uso de drones y fotos tomadas por satélite, algo por otra parte es habitual en este tipo de inspecciones. También se han hecho intensas inspecciones oculares desde el terreno. Entre las obras que se persiguen figuran especialmente las mejoras no declaradas, que incrementan el valor de las viviendas y, por tanto, el impuesto.
El Catastro ha informado al Ayuntamiento de Mieres que la aplicación de sanciones a los propietarios que hayan cometido algún tipo de infracción por el incumplimiento de declarar de forma completa y correcta "las circunstancias determinantes del alta o modificación de los inmuebles" está inicialmente excluida para aquellos casos en que se aborde una regulación de la descripción catastral.
Los mierenses están siendo sometiendo a una intensa vigilancia catastral. De hecho, el reconocimiento que acaba de realizarse complementa a otro realizado previamente por el Ayuntamiento. Es por tanto difícil pensar que alguna irregularidad se haya pasado por alto. Así, la puesta al día de los datos catastrales en el concejo de Mieres abordada en 2014 destapó "numerosas" irregularidades. El Ayuntamiento encargó a una empresa especializada esta labor y fueron inicialmente 4.000 las propiedades que no estaban dadas de alta y, en consecuencia, no pagaban los correspondientes impuestos. El Consistorio mierense notificó a los propietarios las citadas anomalías y, en algunos casos, se presentaron las pertinentes alegaciones. Desde entonces, el gobierno local no ha aclarado el alcance efectivo de la operación. Los trabajos previos habían detectado un alto volumen de irregularidades con numerosas propiedades sin censar. El primer paso fue enviar 24.000 notificaciones referentes a esta revisión, no sólo por las citadas irregularidades, sino también por las actualizaciones de los valores catastrales. Los informes preliminares dieron la razón al gobierno local, poniendo de manifiesto que el inventario inmobiliario estaba muy desfasado. No es de extrañar, ya que la anterior revisión catastral en Mieres había tenido lugar en el año 1998, hace más de tres lustros.
Los baremos
El gobierno de IU, tras la última revisión catastral, anunció su intención de revisar el alto tipo impositivo que aplica al Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) para evitar que la medida conlleve un "desproporcionado" incremento de los recibos. Este compromiso, de momento, no se ha cumplido. Así, la Corporación mierense acordó en el Pleno del pasado mes estudiar la viabilidad de rebajar el gravamen del IBI en un 15 por ciento. Ahora está fijado en el máximo legal, es decir, un 0,926 por ciento en bienes de naturaleza urbana y en 0,874 por ciento en bienes de naturaleza rústica. La iniciativa planteada por el grupo socialista fue respaldada por PP y Somos, mientras que el gobierno local de IU decidió facilitar su aprobación a través de la abstención. El PSOE calcula que rebaja en un 15 por ciento el gravamen del IBI supondría que el Ayuntamiento de Mieres dejaría de ingresar cerca de 800.000 euros al año.
