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El sanatorio de Bustiello será tapiado para frenar los actos vandálicos y los expolios

El Principado sellará todos los accesos al edificio del primitivo poblado minero mierense, que tiene la catalogación de bien de interés cultural

Estado actual de las instalaciones del sanatorio de Bustiello. FERNANDO GEIJO

El Gobierno del Principado no tiene en estos momentos proyectado abordar ningún tipo de obra de rehabilitación en el antiguo sanatorio de Bustiello, que con todo el conjunto que integra este emblemático poblado minero acaba de ser catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Ahora bien, la administración regional es consciente del avanzado estado de deterioro en que se encuentra este histórico inmueble y de que, en caso de que las deficiencias fueran a mayores, el edificio podría correr el riesgo de acabar en estado ruinoso. Por ello, Patrimonio tiene previsto, según ha podido confirmar este diario, proceder a lo que podría calificarse como el "sellado" del edificio. También frenará así los actos vandálicos que sufre.

Personal técnico de la Dirección General de Patrimonio (Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas) han visitado recientemente el edificio que en su momento albergó el sanatorio de Bustiello. Tras analizar el estado en el que se encuentra el inmueble, se ha decidido proceder a una serie de obras básicas, empezando por la consolidación de elementos estructurales y el cierre del edificio. Uno de los objetos que se persigue es evitar los continuos actos vandálicos y saqueos que se han registrado en el edificio. Con esta medida se tratara de parar su deterioro, hasta que se clarifique el futuro de este bien patrimonial.

El abandono del antiguo sanatorio ha traído como consecuencia el derrumbe de parte de la cubierta en una de sus estancias, dejando el inmueble a merced de las lluvias y otros fenómenos meteorológicos. El inmueble, propiedad del Principado y ahora catalogado como BIC, ha sido objeto de robos y expolios en los últimos años sin que se le haya encontrado una salida. El inmueble data de 1902 y cuenta en su fachada con elementos modernistas.

La escuela de niñas se adosó al edificio en 1921 y la farmacia en 1924. El Principado restauró el edificio entre los años 1998 y 2000 a través de una escuela taller de Arqueología Industrial. Terminadas las obras, el hospitalillo fue abandonado. Desde entonces, fue objeto de los robos. No conserva ni uno sólo de los cristales que dan a la carretera y la maleza sube hasta por las escaleras.

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