El Ayuntamiento de Lena, a través de la Policía Local, incrementará la vigilancia de los locales hosteleros para asegurar que cumplen con los permisos de instalación de mesas en el exterior. "En fiestas y algunos fines de semana, llegamos al caos", afirmó la vicealcaldesa y concejala de Seguridad Ciudadana, Ángeles López (IU). Las sanciones para los que incumplan los permisos pueden ser económicas y, en casos graves, incluir medidas cautelares como las suspensión de la licencia.

La fiesta de Les Feries fue la gota que colmó el vaso. Según una investigación de la Policía Local, a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, los incumplimientos fueron "flagrantes". Tanto, que algunos locales llegaron a tener en el exterior treinta mesas con sillas. Algunos incumplieron su licencia en más de doce mesas. Según López, "no queremos generalizar. La mayoría de los establecimientos cumplieron al dedillo con los permisos, pero no queremos que paguen justos por pecadores y por eso se pondrá en marcha esta nueva campaña de vigilancia". "Se llevará a cabo en las próximas semanas, con especial incidencia durante los fines de semana y en las celebraciones de fiestas", añadió.

Ya no hay tiempo para avisos y las sanciones, avisan desde el Ayuntamiento, se aplicarán siguiendo la ordenanza municipal. La multa en caso de incumplimiento leve es de hasta 300 euros. Para casos intermedios, en los que no se respete el permiso pero no se comprometa la seguridad de otros establecimientos o de los vecinos, las sanciones pueden alcanzar los 1.200 euros. Los incumplimientos graves llevan parejas multas de hasta 3.000 euros. En estos casos, además, se podrá suprimir la licencia temporal o indefinidamente.

La Vicealcaldesa destacó que "los permisos para la instalación de terrazas no se conceden al azar". En este sentido, destacó que "cuando se incumplen, se producen situaciones muy incómodas para los vecinos". Es el caso de personas que llevan sillitas de bebés o personas con problemas de movilidad, que se ven obligados a "salir a la carretera, porque las mesas de los establecimientos invaden toda la acera". También dificultan el acceso a comercios y a otros locales de hostelería, "y esto repercute de forma negativa para algunos negocios, mientras otros se lucran con el incumplimiento". "Es injusto para los que sí cumplen con las licencias y trabajan siguiendo la normativa", añadió. Las consecuencias económicas, aunque importantes, no son las que más preocupan a los responsables municipales. Sí lo es la seguridad de los vecinos: "Si alguien tiene que salir a la carretera con una sillita de bebé, o con una silla de ruedas, puede poner en peligro su integridad física. Queremos evitar que se produzca un grave accidente", afirmó López.